Cartas y Charlas

Continuación

Al final de la página se encuentra el link que lo conducirá hacia algunas de las fotografías de los estudiantes que participaron en las charlas.

Año 

Reseña

1998

Charlas:  Rotary Club, Betar, Instituto Ariel, Yavne, Hanoar Hatzioni Macabi, Liceo Indeb.

Carta recibida del Instituto Ariel Hebreo Uruguayo.

Charla por cable para interior, canal 4, por el Sr Jiménez, Radio CX28  

Carta Enviada por el Director de cine Steven Spielberg a la Sra. Rita Vinocur (hija de Ana)

1999

Fue publicado el libro de Ana Vinocur “Volver a vivir después de Auschwitz” por el Ministerio de Educación y Cultura.  Director del Archivo de la Nación,  Sr. Abelardo García Viera.  Con la introducción del Ministro Yamandú Fau.

Charla en el Liceo  Nº 6 “Francisco Bauza” de Montevideo.  

Charla en la B´nai  B´rith para jóvenes de 25 a 40 años.  

Charla en la Radio Sarandí invitada por el Sr. Enrique Brak  

Charla  en nuestra sede para alumnos de la ciudad de Soca.  

Charla en el Asilo de Ancianos.  

Una grabación para Panamá sobre la Shoa, con  la Prof. Carina Cotelo  

Invitación por un grupo de la Wizo en casa de la familia Feldman, charla.

Carta de Macabi - Tzair

Seminario en la Intendencia Municipal de Montevideo.  Estuvimos con el Escritor Eliau Toker de Bs. As.  Mesa redonda.  

Charla: Liceo La Paz, con la Prof. Ana Hardy.  

Charla en el Liceo 32 invitación del Prof. Fernando Rodríguez  

Charla en el Liceo DAY School  

Charla en el Liceo “Santa María”  

2000

Invitación por el Prof. Gonzales  Brassa para recibir el Premio de la PAZ por la Asociación Oriental.  Sala Ateneo.

Invitación del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay y del Archivo General de la Nación, con motivo de la presentación del libro "Volver a vivir después de Auschwitz" de Ana Vinocur

Carta del Instituto Integral Hebreo Uruguayo YAVNE

Invitación y charla en el Dep. de Paysandú, con la asistencia de jóvenes y público en general.

Carta del Hogar de ancianos israelitas de Montevideo.

Carta del Consejo de Educación Secundaria de Uruguay.

Carta de la Fundación Memoria del Holocausto de Argentina.

Carta del Profesor Manuel Tenenbaum, Director del Congreso Judío Latinoamericano

 

Carta del Colegio y Liceo Regina Martyrum de Uruguay.

Carta de YAD VASHEM dirigida a la Sra. Rita Vinocur - hija de Ana - agradeciendo su colaboración con el "Hall of names".

Carta de la Organización Internacional de Mujeres Sionistas voluntarias de Uruguay.

 

Charla en el Liceo de Soca.

2001

Nueva edición del libro “Sin Título” con el prólogo del Prof. Roger Mirza y  el Sr Egon Friedler.  

Charla en el Colegio Maturana.  

Invitación y charla en el Liceo Alemán.

Charla  en el “Centro Bahai”  

Carta del escritor Marcos Aguinis.

Ana con el Dr. Marcos Aguinis

Charla en el Liceo San Isidro.

Carta del Instituto Jean Piaget de Montevideo.

Carta del Presidente del Tribunal de Cuentas de Uruguay, Gral. Cr. Guillermo Ramírez.

Carta de la Nueva Congregación Israelita de Montevideo.

2002

El Semanario Hebreo señala

Que... Ana Vinocur continúa dando conferencias relativas a sus experiencias en la Shoá, también en el 2002, no sólo en los colegios de la red escolar judía, sino en diversos centros educativos tales como Liceo Bauzá, Elbio Fernández , Zorrilla de San Martín Nº 176, Liceo de la Paz Nº 1, Liceo de Libertad, Instituto de Profesores Artigas, Liceo Nº 32 quienes tiene un proyecto para sordomudos que asistieron con intérpretes, algunos de los cuales también asistieron al Museo Recordatorio del Holocausto.

También dio una conferencia en la Sociedad de Fomento en Punta del Este, actividad que fue organizada por Wizo.

La inquietud por recibir estas charlas y asistir al Museo Recordatorio del Holocausto denotan la importancia del estudio del tema, lo cual debería remarcarse para su inclusión dentro del programa curricular de historia de nuestros educandos, lo cual es una importante meta a alcanzar.

Carta del Liceo Héctor Miranda.

Carta de la Escuela y Liceo "Elbio Fernández".

Invitación de Liga de Fomento en Punta del Este por la Wizo.  

Charla en el “Liceo Ciei” en Colón.  

Conferencia en el Liceo “Regina Martyrum”.  Opiniones por escrito de los alumnos.

Carta del Liceo Bauzá de Montevideo.

Chicos sordomudos vinieron a nuestra sede a conocer la Historia del Holocausto.  

Charla en “Beth B´nei Tzion”  de judíos cristianos.

Carta del Instituto Integral Hebreo Uruguayo.

2003

Carta del PANSTWOWE MUZEUM de Auschwitz.

Carta del Liceo "CIEI" de Montevideo.

Invitación y charla en La Piedras, más de 300 chicos de varios Liceos.  

Carta del Colegio y Liceo "Regina Martyrum"

Otra charla en Las Piedras en el Liceo Nº 18 de mayo, invitada por la Prof. Anabel Guizzo.  

2004

Durante el descanso en Piriápolis , el Director supo que Ana estaba presente y la invitó a dar una charla en la Radio de Piriápolis.

El Dr. Ricardo Ayestarán publica en el Nº 87 de "Informe Uruguay" un excelente artículo denominado "Auschwitz"

Hacer clic aquí para ver el artículo en su totalidad.

Invitación a Punta del Este para estar presente en la mesa redonda con la directiva del MEMORIAL de Buenos Aires y sobrevivientes de aquel país. Cada uno expresó lo que vivió en la 2da Guerra Mundial.  

Carta del Colegio Nacional José Pedro Varela de Montevideo.

Carta del secretario del Primer Ministro de Dinamarca.

2005

Publicación en el Semanario Hebreo

 

TESTIMONIOS, CHARLAS, ENTREVISTAS Y HOMENAJES DE ANA VINOCUR - año 2005

  JULIO 

  • 21 de julio, Charla en Liceo de La Paz, Prof. Orlando Ponce

  • 27 de julio, entrevista en el canal 12 (u 8 por cable) Director, Facundo Ponce de León, programa “Vidas”.

  AGOSTO 

  • 1º de agosto. Entrevista Radio Nacional CX 30 Director J. Pedro Ribas, Fundación Winners.

  • 4 de agosto. Canal 4 (o 6 en cable) Director, Juan Carlos Ribas

  • 9 de agosto. Charla en el Colegio Libanés, con la socióloga Carmen Piasa.

  • 16 de agosto. CX36 Entrevista telefónica “Tripulantes del Alba”, por Ana Laura.

  SEPTIEMBRE 

  • 7 de septiembre. Charla en el colegio British School, con Ani Pruski

  • 8 de septiembre. Entrevista “ Voces del Frente” J. Lauro y Alfredo García

  • 12 de septiembre. Agradecimiento a Ana Vinocur por su relato, del Escritor y periodista Santiago Tricánico en un capítulo de su obra “ Los asesinos aún están entre nosotros”. Presentación de dicho libro.

  • 13 de septiembre. Conferencia en la Universidad de la República, en el Paraninfo, Cátedra de la UNESCO, TESTIMONIO

  • 14 de septiembre. Charla en Colegio Cervantes con Prof. Wilson González

  • 15 de septiembre. Charla Hogar Israelita. “Reflexión sobre el Holocausto”.

  OCTUBRE 

  • 22 de octubre. TESTIMONIO. Facultad de Humanidades, Prof. Clara Aldrighi

  • 26 de octubre. Radio Sodre entrevista Luis Perez

  NOVIEMBRE 

  • 24 de noviembre. Charla Cruz Roja, Olga Tomeo.

  • 28 de noviembre, Charla. Liceo Woodlands, Senior School, con Ana Laura Umanski

 

Profesor Rodolfo Wild, Embajador de Israel Yoel Salpek, Profesora Perlita Rocha en el Rotary Club de Malvín

Ana Vinocur es invitada a dictar una conferencia en el Paraninfo de la Universidad de la República Oriental del Uruguay

Prof. Gerardo Caetano, Dra. Mariana Blengio Valdés y Ana Vinocur

ANA VINOCUR RELATA SU TESTIMONIO EN EL PARANINFO DE LA UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA

V SESIÓN DEL CICLO DE EDUCACIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE LA CÁTEDRA DE LA UNESCO

 

Es un honor para nuestra Institución informar lo que aconteció el martes 13 de septiembre del corriente en el Paraninfo de la Universidad de la República, en la V sesión del ciclo 2005 de Educación en Derechos Humanos de la Cátedra de la UNESCO sobre el tema " Genocidios del Siglo XX".

Los expositores fueron: Prof. Gerardo Caetano, Sr. Diego Karamanukian y Sra. Ana Vinocur.  La moderadora fue la Dra. Mariana Blengio.

Nos sentimos honrados especialmente debido a que nuestra Secretaria General, Ana Vinocur, tuvo la oportunidad de brindar su testimonio viviente frente al Paraninfo totalmente colmado de estudiantes, docentes, funcionarios, miembros de instituciones y público en general que escucharon a una testigo de la barbarie que estuvo en la mayor hecatombe humana y sin embargo habló sin odio, sin rencor y dejando un mensaje de esperanza.

Quien estuvo en campos de concentración y de exterminio sufriendo tanta injusticia, hambre, frío, debilidad, en el barro, con insectos jamás podría haber imaginado sobrevivir de esa situación, y llegar a estar algún día en la Universidad de la República relatándolo a un auditorio tan calificado, receptivo y entusiasta quienes serán multiplicadores de la información y de las sensaciones que recibieron.

Y qué emotivo fue, que todo ese público, al finalizar su participación, reconociera la importancia de ese testimonio y durante varios minutos la aplaudiera de pie.

Por eso nos sentimos honrados y felicitamos con profundo sentimiento a nuestra querida Secretaria General, Ana Vinocur.

 

Canelones 1084   C.P.: 11.100  -   Montevideo Uruguay

Telefax: 598 2 6227223

e-mail:   centroshoa@conectate.com.uy

 

Linda de Mazatlán Sinaloa, MX escribe:

Estimada Sra. Vinocur:

Espero que al recibir la presente estén bien usted y su familia.

Mi nombre es Linda Osuna, actualmente tengo 26 años y vivo en Mazatlán Sinaloa, México.  Cuando era niña, tuve la oportunidad de leer su libro "Sin Título", la verdad es que me impactó bastante el conocer su historia y desde ese día he tratado de mantenerme más al tanto de todo lo que sucedió en esa época.  Aun estoy tratando de conseguirlo (pues era prestado) pero aquí en México he tenido algunos problemillas (ya le avisaré cuando lo encuentre).

Y bueno, la verdad es que sólo quería darle las gracias.  Gracias por compartir con nuevas generaciones el horror y el sufrimiento que los mismos seres humanos podemos causar por seguir nuestros egoístas deseos.  Creo que de alguna manera, conocer el pasado, saber los errores que se han cometido,
debería de prevenirnos para tener un mejor futuro... aunque pareciera que cada día buscamos nuevas maneras de destruirnos o quizás nuevos pretextos
para acabarnos.


Me imagino que no debió de haber sido fácil sentarse a recordar todo lo vivido, o quizás remover sentimientos tan dolorosos pero creo que es parte del proceso de curación no?

Bueno, hora de irme.  Una vez más, le agradezco la oportunidad que nos ha dado de conocer lo que realmente sucedió y la manera en que esto afectó su
vida y la de muchas otras personas.  Realmente espero que a través de esas experiencias y sufrimientos innecesarios aprendamos a vivir un poquito mejor disfrutando lo que tenemos y a las personas que nos rodean.

Saludos desde Mazatlán Sinaloa, MX

Linda Osuna

Ana Vinocur contesta:

Estimada Linda:
 
Es un gusto saludarte, Linda. Estoy en estos momentos en la casa de mi hija, recuperada parcialmente de una gripe bastante fuerte, por la cual no te he respondido antes.
 
Me conmueve ver que mi obra puede llegar tan profundamente a la gente y sobre todo a la gente joven. La mayor de mis nietas es apenas unos años menor que tú.
 
Si mi libro puede dejar este tipo de huellas en algunas personas entonces todo el esfuerzo de hacerlo valió la pena.
 
Como tú bien decís, escribirlo fue duro pero al mismo tiempo fue una catarsis, ya que sufría de terribles pesadillas que luego de publicar mi obra, no volvieron más.
 
Además, no quedó sólo en la fase escrita mi testimonio. Periódicamente doy charlas en colegios, universidades, centros de estudios en general de la enseñanza formal y no formal.
 
De este modo siento que estoy cumpliendo con mi deber en la transmisión de hechos que tantos jamás podrán relatar.
 
Me reconforta saber que hay gente como tú interesada en el prójimo y no sólo en si mismos. Es un sentimiento humanista que debería prevalecer.
 
Te felicito y te envío un fuerte abrazo.

Cálidos saludos desde Uruguay:
 
                                                                              Ana Vinocur

 

2006

 

El 7 de enero de 2006, a la edad de 79 años,

Ana Benkel de Vinocur

parte físicamente, dejando su marca en el mundo, una marca que perdurará por siempre, una marca en las almas y espíritus de decenas de cientos de personas de todas las edades, pero sobre todo de estudiantes de escuelas primarias, secundarias, Universidades, agrupaciones de educación formal y no formal, instituciones judías y gentiles, de Montevideo y a través de toda la República Oriental del Uruguay.

Quienes escuchaban su testimonio ya no podían olvidarla jamás.

Su objetivo fue esclarecer, difundir y educar sobre sus experiencias vividas en el Holocausto, sin odio, sin rencor, siempre con su perfecta sonrisa en el rostro, y con su mensaje de bondad. Era una fuerza de la naturaleza, soldado en la vida y en la muerte contra la cual luchó dignamente dejando a todos azorados por su inquebrantable voluntad de vivir aunque los dados estaban echados.

Fue Secretaria General de la Institución Centro Recordatorio del Holocausto y Soc. Amigos de Yad Vashem durante décadas a través de las cuales se convirtió en representante y símbolo de los sobrevivientes del Holocausto.

¡Qué privilegio fue tenerte en la familia Ana Vinocur y qué tremendamente difícil es extrañarte!

Una pérdida de esta magnitud no sólo enluta a la familia sino que enluta a la Humanidad toda. Y tuvimos condolencias del mundo entero. Jamás ella podría haber imaginado la repercusión de su mensaje en países distantes en el mundo, y las palabras describiendo lo que ella era por parte de gente que la conoció o no, pero leyó sus libros o miró sus videos.

Estaba tan vibrante y repleta de vida que su partida era inimaginable. Siempre llena de proyectos, su espíritu juvenil nunca dejó de sentir curiosidad de aprender cosas nuevas y nos dejó la responsabilidad enorme de continuar con su obra.

Eras una estrella brillante que iluminaba a todas las personas a quienes con tu luz tocabas.

Y con la influencia de tu luz trabajaremos por tus ideales de educar, de recordar y no olvidar.

Así será... 

 

Carta publicada en el Semanario Hebreo

CARTA A MI MADRE, ANA VINOCUR - Z”L

Me siento frente al monitor de la computadora ante un documento en blanco y siento temor...

Hace días que quiero escribir un artículo para honrar la memoria de mi madre, Ana Benkel de Vinocur - Z”L, como ella se merece , en nombre de mi familia y doy vueltas y vueltas porque no puedo encontrar las palabras adecuadas, suficientemente dignas, expresivas ni representativas, ni el valor para expresar aunque sea algo de lo que siento. Pero voy a intentarlo...

Me siento muchas veces como si tuviese tan sólo cinco años, comprendí que cuando se tiene una pérdida tan grande como quedamos sin padres, hay muchos momentos en los cuales no nos sentimos personas de edad madura, sino niños pequeños que quedamos huerfanitos.

Pero lucharemos como nos enseñaste, mamá, vamos a intentarlo con todas nuestras fuerzas mamá, para mantener la memoria de lo que ocurrió en la Shoá por ti y por todos los sobrevivientes a quienes considero héroes sólo por haber sobrevivido.

No sé cómo se camina sin ti, mamá, la columna vertebral de nuestra familia y de nuestra Institución el Centro Recordatorio del Holocausto a la cual dedicaste tantos años de tu vida y a través de la cual hiciste parte de tu trabajo en pos de la memoria. ¿Cómo camina esta familia sin nuestro gigantesco ángel protector?… siempre sonriente, con esa sonrisa que era tu principal característica, llena de amor, energía y determinación para cumplir con proyectos nuevos, con objetivos que te trazabas y siempre apoyándonos en todo y siempre ese Amor con mayúsculas.

¿Cómo se camina por la vida, si se fue contigo un trozo de nuestro corazón, una enorme parte de nuestra alegría?

En el cementerio, frente a mi familia, los sobrevivientes de la Shoá y ante toda la Comunidad te prometí, mamá que tu obra y todo por lo que luchaste no termina contigo.

Dije que luchaste por tu vida en el Ghetto, en Auschwitz y Stutthof, en un barco bombardeado, en el medio del mar Báltico, luchaste contra las enfermedades que te postraron tanto tiempo después de la guerra y ganaste. También luchaste después contra el cáncer y ganaste.

¿Quién podría pensar que ahora sería tu hora final? Tenías tantos proyectos, tanta energía para regalar…? Te hizo una zancadilla sorpresiva la muerte y la recibiste con estupor, no la esperabas, nadie la esperaba, pero le diste una dura batalla, no podíamos creer la forma en la que luchaste, hasta la propia muerte se sorprendió de tu fuerza leonina y tu dignidad. Pero fue una lucha muy desigual, muy injusta muy traicionera y finalmente tuviste que ceder.

Ver la valentía de tu hermano Enrique, mi querido tío Enrique Benkel y ver cómo lleva este golpe tan bajo que le quitó a su entrañable hermana, quien personificaba a su madre, a su padre, a su hermanito, a toda su familia en Europa y a todos sus recuerdos compartidos entre ellos dos de manera tan especial, siempre con tanta dulzura con su hermana Ana y verlo a él cómo aceptó con resignación, madurez y dignidad me hacen sacarme el sombrero por él, lo siento como un gigante. Y todos los que sobrevivieron lo hicieron entre otras cosas porque tienen un temple único e irrepetible.

En cambio yo me siento tan quebrada como si hubiesen pulverizado todo lo que soy hasta mis cimientos y casi sin poder respirar, pero toda la familia va a levantarse de a poco y vamos a reconstruirnos y honrarte aunque lo hagamos tropezando y llorando. Y lo haremos con apoyo porque ha sido impresionante la solidaridad de la gente, en Uruguay y el mundo. Es algo que ella jamás podría haberse imaginado y estamos todos en verdad agradecidos por ello.

Nuestra familia ha tenido el privilegio de tener bien cerca el amor intenso de un ser extraordinario. Lo vivimos siendo concientes del tesoro que teníamos.

La valoramos y honramos en vida y así será también después de su muerte.

Rita Vinocur de Haim

 

Carta publicada el 13 de enero en el Semanario Hebreo por el

Rabino Mordejai Maarabi

BHN”V

Al correr de los versículos… Concluye nuestro libro de Bereshit.

Profundas realidades emergen hacia una superficie inquieta que habrá de encontrar a los hijos de Iaacov poblando y multiplicándose en una tierra ajena.  El Egipto que los acogió en tiempos de Iosef será la casa temporal de una familia que aguarda el tiempo para el ansiado retorno… Pero nada será fácil en la espera. Por el contrario, toda la trama nacida en aquel sueño profético en medio de una oscura noche durante los días de Abraham, volverá a cobrar certezas y angustias.  Las mismas que vivió el Patriarca en medio de aquel ‘Brit ben haBetarim’ – el Pacto entre los trozos -, que le anunció este tiempo y el porvenir de sus futuras generaciones…

“Vaiji Iaacov…” son las primeras palabras de nuestra inquietante y oculta parasha. ‘Y vivió Iaacov’ es su traducción.  El texto quiere decirnos algo más que el simple relato de los días del patriarca en Egipto, sus últimos años de vida.  Allí cuando se nos relata acerca de su muerte, el sello de la vida parece acuñarse en medio de sus días.  “Tzadikim bemitatam nikraim jaim” enseñaban los sabios.  Es decir, que las ‘personas justas y buenas, aun en su muerte son llamados vivientes’.  Porque la muerte para el justo, significa permanecer vivo.  “Ma zar’o bejaim, af hu bejaim”, concluían sus palabras. ‘Así como sus hijos continúan viviendo, también ellos permanecen en vida…’. Lecciones de vida aun en la ausencia de la misma…

Esta semana sentimos el pensamiento de los sabios más real que nunca. Una mujer que abrazó la justicia y persiguió la verdad; que sobrevivió a la mayor hecatombe del ser humano en la tierra en la modernidad; que fue testigo viviente y caminó sus días para hablar y jamás claudicar en el habla… Nuestra querida y amada Ana Vinocur – su recuerdo sea siempre para la bendición -, nos ha dejado sin palabras.  Sin su palabra.  Sin su presencia singular. Sin su lucha incesante por detener el horror que significó para nuestras generaciones lo incomprensible y lo imposible…

Ana Vinocur Z”L nos deja en parashat “Vaieji”… Cuando nuestro libro primero se cierra.  Cuando entre el relato de la Creación y la destrucción, aparecieron seres humanos por los cuales valió la pena haberlo creado…

Nuestra Ana Z”L, fue una de esas personas… “Shecol haolam haia kedai hu bishbila”. Todo este mundo valía la pena que fuese creado por ella… Nos deja en la plenitud de “Vaieji”. ‘Y vivió’…Coincidencias?  Creo que no…

Sus hijos, modelos de acción y entrega comunitaria… Su familia, sus nietos que la amaron, siguen con vida. Y por ello, ella sigue viviendo. Como los justos. Como toda persona buena que supo dar de si su fervor, su amor, su entrega total…diría que su vida para que sus muertos no muriesen dos veces…

Desde esta amada Israel, te llevamos en un corazón henchido de dolor pero orgulloso a la vez de haber compartido tu sonrisa y tus ilusiones. De haber aprendido tu lucha y sentirnos parte de tu ejercito terrenal en la memoria y el testimonio… Y tus días seguirán junto a nosotros. Cada mañana y cada anochecer. Para no dejar nunca de estar presentes.  Porque la vida del justo, querida Ana, es presente siempre…

Tu recuerdo sea para nosotros siempre una bendición. Con el dolor del alma y lágrimas en el corazón,

Shabat Shalom uMeboraj!

Mordejai Maarabi

Kfar Saba, Israel

 

Carta publicada en el Semanario Hebreo por el Lic. Mario Marenco Sosa, Presidente del Centro Latinoamericano De  Desarrollo

ANA VINOCUR Y EUGEN RELGIS, DOS PAGINAS DE VIDA QUE ABRIERON EL CAMINO HACIA LA VERDAD

Sólo la benevolencia de Semanario Hebreo y el deseo de consagrar públicamente en sus paginas, la trayectoria de dos vidas que abrieron el camino hacia la verdad, me han inducido a escribir estas líneas, en primer lugar porque una simpatía literaria y de amistad personal con Eugen Relgis, me permitió en un Enero de 1985, proponer ante las Autoridades de la Universidad el justo homenaje por sus altos méritos, su vocación pacifista en defensa del hombre, la justicia y la libertad, con el máximo titulo de Dr. Honoris Causa, entendiendo que nuestra Universidad debía a Regis, un lugar de honor, dado que fue él quien dio el impulso necesario a nuestra juventud desde el Paraninfo de la Universidad como desde las distintas cátedras de la Facultad de Humanidades y Ciencias, a transitar por la libertad de la cultura y comprender al hombre en su devenir y en su permanencia.

Relgis, viviendo el drama de la vivencia judía, supo también vivir el drama de nuestros tiempos. Lamentablemente, este homenaje no llegó, aun cuando el mismo dijo " Soy ciudadano de este país hospitalario, donde se desarrolla un ambiente propicio para los que trabajan por la cultura universal y la humanización de las condiciones de la vida social.  Siempre he querido hacer culto a estos principios que es profesión de fe en defensa del hombre y expreso mi gratitud al Uruguay y a sus Instituciones".

Podríamos decir que Eugen Regis al igual que Ana Vinocur, llegaron y se radicaron en 1947 en nuestro país, después de recorrer mares y tierra.  Fueron la personificación de una época trágica, que afectó el alma misma de los pueblos libres.

Ello nos permitió, conocerlos muy de cerca y medir la complejidad y profundidad de sus espíritus, reflejados en sus obras.  Heridos también en su cuerpo y en carne viva, sintieron en sus almas, los años negros de la Segunda Guerra Mundial , todos los horrores y así sobrevivieron; fue debido a los sacrificados y a los que han perecido en la tormenta del odio y hasta la extinción en los campos de concentración de la vieja Europa.

Dos vidas paralelas que abrieron el camino a la verdad, recogiendo en sus manos la antorcha caída, uno la bandera del humanismo y la paz del hombre, Ana, volver a aprender a vivir después de Auschwitz, alertando sobre el antisemitismo y alzando su voz contra la indiferencia ante el odio y el racismo, para que no vuelva a repetirse esta terrible tragedia.

¿Cuántas lágrimas rodaron sobre el rostro de Ana Vinocur? Cuesta creer que dentro de ella, una mujer frágil y fuerte a la vez, pudiera contener tanta historia de vida y de coraje.  Pero si, sus testimonios son decisivos para tener en cuenta, en ese aprendizaje vivencial el significado de la vida y el comprometimiento constructivo hacia una mayor autorrealización y socialización entre los seres humanos para el logro de la paz.

Por momentos ya en su reciente partida, acaso, ¿podemos agregar a lo que escuchamos de su propias palabras, tratando siempre de edificar un futuro de paz para las nuevas generaciones, algo más que, comprensión y solidaridad?

Ana Vinocur y Relgis, son dos columnas que se yerguen para sostener a la humanidad, ese espíritu nuevo del que como decía Eugen: Ahora No mañana, comenzarás a humanizarte. No esperes la orden ajena; obedece alegremente a tu propio mandato.

¡Hay tantas generaciones que murmuran en tu corazón y tantos tesoros reunidos en torno tuyo, que esperan para reflejarse en tu conciencia!

Vivieron, para decirlo con sus propias palabras: " espíritus que funcionaron plenamente y ayudaron a que otros trataran de hacerlo.

Toda la vida ha sido una contribución inestimable para la lucha a favor de la libertad y de los valores humanos más perdurables.

Reconocimientos tuvieron muchos en vida, no obstante desde estas páginas que me permite SEMANARIO HEBREO, merecen y sugerimos algo más que esos testimonios de reconocimiento, un acto final perdurable desde esos mismos recintos Universitarios donde transitaron y dejaron la huella abnegable del concepto de que el dolor es testimonio de vida.

Lic. Mario Marenco Sosa

Presidente del

Centro Latinoamericano De Desarrollo

 

UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

El día 7 de enero de 2006 falleció en Montevideo, la Sra. Ana Benkel de Vinocur, sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz y Stutthof.

Vinocur fue recluida junto a su familia, durante varios años en el Ghetto de Lodz en Polonia, previamente a ser deportada a los campos de exterminio nazis.

Poco tiempo antes de ser evacuada de Stutthof, ve morir a su madre. Allí fue tomada como rehén junto a otras prisioneras de cautiverio, en buques de carga que fueron bombardeados en el Mar Báltico. Ana Vinocur logra escapar del barco antes de que éste se incendiara en el mar.  Una vez en tierra con 18 años de edad y completamente sola, permanece dos años en diversos hospitales enferma de tuberculosis.

En el año 1947 cruza el océano, y se reencuentra con su hermano Herschek en Montevideo donde vivirá hasta morir a los 79 años de edad.  Ana Vinocur tuvo en Uruguay dos hijos y cuatro nietas. Todos viven en nuestro país.

Ana Vinocur nos ofreció su testimonio el día 13 de setiembre de 2005 en el marco del "Ciclo Anual de Educación en Derechos Humanos", de la Cátedra UNESCO, el pasado año. Su relato fue escuchado por casi quinientos compañeros en el Paraninfo de la Universidad de la República. Al terminar todos, en el mÁs absoluto silencio, la aplaudieron de pié.

El día 9 de diciembre de 2005 Ana Vinocur acompañó a la Cátedra UNESCO en la sesión de clausura del referido Ciclo, en la cual se entregaron los reconocimientos a los expositores, así como también a los jóvenes destacados en el Concurso sobre "Genocidios en el Siglo XX".

Ese día Ana Vinocur dedicó por última vez, su libro, "Sin Título".  Ella misma lo donó en ese acto a las bibliotecas de la Dirección Nacional de Cárceles del Ministerio del Interior de Uruguay, con la esperanza de que sirviera de apoyo y motivación a policías penitenciarios y reclusos del Uruguay.

A Ana Vinocur, quien nos honró con su presencia y nos enseñó a comprender a través de la ilusión de su rostro, la infinita necesidad de creer en la esperanza y la paz, nuestro mas profundo agradecimiento. Su muerte, no es silencio.

Mariana Blengio Valdés

Coordinadora Cátedra UNESCO de Derechos Humanos

Universidad de la República

ANA VINOCUR: CORAJE Y HUMANISMO

Tuvo coraje para enfrentar los horrores del nazismo y el asesinato de su familia; tuvo coraje para soportar sus propias penurias; tuvo coraje para enfrentar su supervivencia, creyendo por mucho tiempo, que había sido la única de su enorme familia que pudo salir con vida de la Shoá.

Encontró a su hermano; encontró un país como Uruguay que, como ella siempre lo definió, «no solo me abrió los brazos, sino que me dio las fuerzas para vivir luego de haber nacido nuevamente.»

Desde Uruguay, Ana Vinocur se convirtió en un referente de la historia del Holocausto. Su vocación por hacer conocer, generación tras generación, su propia experiencia, y a través de ella lo que fue la Shoá, constituyó un ejemplo de vida. Y lo hizo movida por sentimientos que nunca supieron de odio sino que al igual que Simón Wiesenthal, Elie Wiesel y muchos otros que sobrevivieron a la barbarie nazi, buscaron durante estos últimos sesenta años, justicia y memoria.

Ana Vinocur transfirió su humanismo en esa búsqueda y hallazgo de la memoria por diversas vías que los uruguayos hemos conocido durante las últimas décadas: varios libros, innumerables conferencias en colegios y liceos de todo el país, y testimonios televisivos que nos quedan como un legado documental del cual todos debemos seguir aprendiendo.

Sin dejar de recordar nunca como se gestó y se desarrolló el veneno del nazismo y la barbarie del Holocausto, Ana Vinocur siempre brindó en sus clases de vida precisamente eso: hacer primar los valores del ser humano, de aquellos que la salvaron, aquellos que la ayudaron a sobrevivir durante y después de la guerra, siempre convencida de que la maldad en el hombre no pertenece a la mayoría y siempre apostando con mucho coraje a rescatar lo «humano» en el hombre.  Su mensaje siempre fue positivo aunque sobrevivió el ejemplo más negativo de la maldad humana.

La desaparición física de Ana Vinocur nos enluta a todos. Las generaciones futuras debemos rescatar los conceptos de fe y esperanza para seguir haciendo justicia con la verdad histórica y para construir permanentemente la memoria a fin de edificar un mejor futuro.

Dr. Eduardo Kohn

CARTA DEL EMBAJADOR DE ISRAEL SR. YOEL BARNEA

Montevideo, 12 de enero de 2006

 

Sra. Rita Vinocur

Presente

 

Estimada Rita:

Es con mucha tristeza que recibimos la noticia del fallecimiento de su Sra. madre Ana Vinocur Z"L. En nombre del Estado de Israel, de su Ministerio de Relaciones Exteriores y en el mío propio deseo manifestar nuestro más sentido pésame.

La Sra. Ana Z"L personificó para todos nosotros y principalmente para la joven generación, un ejemplo de coraje, perseverancia y solidaridad. Su obra para perpetuar la memoria de nuestros hermanos exterminados en el Holocausto, no en nombre del odio y la venganza, sino a fin de buscar justicia y memoria, es un testimonio de vida y de fuerza moral, que todos nosotros debemos valorar y admirar.

Al igual que Simón Wiesenthal que falleció algunos meses atrás, la Sra. Ana Z"L dejó en su obra cotidiana, a fin de hacer conocer los horrores y las nefastas experiencias personales y colectivas del Holocausto, un mensaje y un legado de suma importancia para el pueblo judío y todas las naciones de buena voluntad: “Nosotros no nos hemos olvidado y nunca nos olvidaremos de ustedes, hermanos nuestros desaparecidos en el Holocausto”.

“Un pueblo que en el presente no recuerda su pasado, no tiene futuro” dijo un célebre sabio. El pueblo judío tiene una larga memoria, aprendemos en el presente, basándonos en las experiencias del pasado, para que estos terribles acontecimientos nunca vuelvan a repetirse, en el espíritu del mensaje y del legado de la Sra. Ana Vinocur Z"L.

Reciban ustedes, estimada familia, la expresión de mis sentimientos de dolor y de tristeza en este difícil momento y las condolencias más profundas también en el nombre del Estado y del pueblo de Israel.

Fraternalmente,

Yoel Barnea

Embajador de Israel en Uruguay

ARTÍCULO PUBLICADO EN EL SEMANARIO HEBREO

MURIÓ UNA GRAN LUCHADORA

"Vivir se debe la vida de tal suerte, que viva quede en la muerte".

Cuando falleció papá hace ya un año y medio, esa frase resumía cabalmente lo que sentíamos, en medio del profundo dolor, sobre la hermosa vida que había vivido.

Lo mismo, exactamente lo mismo, podemos decir hoy todos nosotros, todos aquellos que la conocieron o leyeron, sobre Ana Vinocur (Z"L).

La sonrisa que caracterizaba a Ana era reflejo de su alma, en la que combinaba perfectamente una gran dulzura con un temple increíblemente fuerte.  Sobrevivir al infierno que a ella le había tocado pasar, con otros millones de nuestros hermanos, ya era toda una hazaña, en la que estamos convencidos de que el azar no era el único elemento a tener en cuenta.  Pero vivir como ella lo hizo después, con un mensaje de recuerdo imperativo y al mismo tiempo de amor a la vida, tolerancia e integridad, eso ya es otra historia.

Ana no podía permitir el olvido. Pero el recuerdo no le llenó de odio ni la convirtió en un ser resignado ni amargado. Supo mirar hacia adelante, sin dejar que las sombras de Auschwitz – como el título de uno de sus libros – sofocaran su futuro.

Ana no era persona de venganzas, pero sí de justicia. Por eso, consideramos muy apropiado lo que dijo el Presidente del Comité Central Israelita Ernesto Kreimerman, que el darle sepultura años después del holocausto, en un cementerio judío en Uruguay, es una victoria por sobre el nazismo, que no logró borrar la existencia judía de la faz de la tierra.

Ana tuvo, claro está, la suerte de llegar a nuestro bendito Uruguay. No todos los sobrevivientes llegaron a tierras tan amigas y de corazón tan abierto, donde el tema no era sólo que todos eran inmigrantes, sino el alma de quienes habitaban esta tierra. Y decimos "esta tierra", mientras escribimos estas líneas desde Jerusalem, porque eso siempre se lleva adentro.

Ana Vinocur, en su eterno descanso, seguro estará siempre acompañada del recuerdo de la familia que perdió en el Holocausto, de sus seres queridos , la familia que formó en Uruguay, de todos aquellos que la quisieron y respetaron con solo oírla y sin duda también de Uruguay, en cuya tierra hoy se halla en paz.

Debe haber pocos casos en los que sea más apropiado, exhortar a sus hijos Rita y Víctor, a sus nietos y familiares todos – que seguramente ya la extrañan – decir que en su bendito recuerdo hallen consuelo.

 

CARTA PUBLICADA EN EL SEMANARIO HEBREO

Montevideo, 15 de enero

Sra. Ana Jerozolimski

Estimada Directora:

Estoy pensando en Ana Vinocur, y necesito decirles a mis amigos de esa casa, lo que experimento.

Hace mucho tiempo conocí a Ana al ir a su casa, para una entrevista destinada a "El País". Había leído "Sin título" sabía quién era, la admiraba, pero creí encontrarme con alguien diferente. Una persona que, por tanto sufrimiento debía vivir doblegada por los horribles recuerdos. Cuando la vi plena de vida, risueña, encantadora, tuve que expresarle mi asombro.

"En su lugar", le dije, "yo estaría llena de odios, rencores, amarguras".  Y ella me contestó: "No quiero odiar, se lo dejo a los nazis. Quiero sonreír, estar alegre para quienes me rodean. No debe haber en mí lágrimas, sino sonrisas.

Nunca olvidaré la impresión que me llevé de ella.  En los años, de cuándo en cuándo, ella, que podía comunicarse con gente muy importante, me llamaba, a mí, por teléfono.

Hace poco hablamos y como cada vez que lo hacíamos aumentaba mi afecto y mi admiración por Ana Vinocur.  Ana está ahora en el cielo, donde Dios la recibió sin duda como lo merecía. Nosotros, desde aquí, no la olvidaremos.

Adda Laguardia

MENSAJE PUBLICADO EN EL SEMANARIO HEBREO

Mensaje pronunciado por el Lic. Rafael Winter, vicepresidente del Centro Recordatorio del Holocausto, en ocasión del sepelio de Ana Vinocur (Z"L) el 8 de enero de 2006

Queridas familias Vinocur, Benkel, Haim; queridos amigos:

Nos toca la muy difícil tarea de darle el último adiós a nuestra querida Ana Vinocur.  Todo un símbolo, un emblema de nuestra comunidad.  Testimonio de la Shoa durante décadas.  Realmente, un pedazo de historia.

Con su fallecimiento, Ana deja un vacío, que será muy difícil, casi imposible de llenar. Desde pequeño, he sido conciente de lo que la Shoa trágicamente ha significado, para nuestro pueblo y también para la humanidad.  Sin embargo, solamente cuando conocí – y compartí – con Ana Vinocur, me di cuenta de que había algo más. Me di cuenta que recordar especialmente la Shoa y perpetuar la memoria es realmente un deber, un mandamiento: una Miztvah. Como lo dijera el filósofo judío Emil Fakenheim: el mandamiento número 614. Zajor! Lo tishkaj!. Recuerda. No olvides!

Por sobre todo, Ana realzó el supremo valor de la memoria. Partiendo de su propia historia (elocuente y emotivamente narrada en su «Libro sin Título»), de Lodz, de los Ghettos, de los Campos, de Auschwitz, Ana consideró que su milagrosa supervivencia debía tener una razón, un sentido. Y cuando volvió a vivir después de Auschwitz, ya afincada en el Uruguay, decide, años después, dedicar su vida a la enseñanza y al esclarecimiento de la Shoa.  Y efectivamente enseñó y esclareció con altura, equilibrio y ponderación. Haciendo posible la conservación del recuerdo y la memoria.

Ana Vinocur fue el nervio motor de «Sheerit Hapleita», Organización de Sobrevivientes de Víctimas del nazismo, y de nuestra organización, el Centro Recordatorio del Holocausto, sin desmedro de quienes dieron y siguen dando mucho por la causa.

Ana Vinocur fue el «alma mater».  El Museo, las actividades anuales, artículos, publicaciones, libros. Sus encuentros con alumnos de los colegios judíos, janijim y bogrim de tnuot (movimientos juveniles). Sus innumerables encuentros con alumnos de colegios no judíos e incluso universitarios.

Todavía resuenan en mí, los ecos de los estruendosos aplausos que Ana recibió hace tres meses en el Paraninfo de la Universidad, participando de un panel, junto a personalidades muy destacadas.  Expuso elocuentemente acerca de la Shoa y de su experiencia personal. El público, en su gran mayoría estudiantes universitarios, la ovacionó de pie, siendo ésta una de las tantas veces que Ana cosechó merecidos aplausos y elogios.

Demás esta decir, que este episodio nos demuestra que la dimensión de Ana Vinocur excedió el marco comunitario y se extendió al ámbito nacional, ámbito en el cual ella también tendió puentes, fue reconocida, apreciada, distinguida y valorada.  Fue por sobre todas las cosas, una Eshet Jail, una mujer virtuosa en todo lo relativo al marco familiar: como hija, hermana, esposa, madre, abuela y suegra.  ¡Quien mejor que su propia familia para corroborarlo!

Y además de lo ya mencionado, fue una mujer activa en la comunidad. Respetuosa de nuestras tradiciones y costumbres.  Amante de la cultura Idish. Sionista: profundamente encariñada con Medinat Israel.

Ana Vinocur nos ha dejado un legado formidable que debemos, todos, conservar y continuar. Todos. Sobrevivientes. Hijos de sobrevivientes. Nietos de sobrevivientes. Cada integrante de esta comunidad.

He tenido el privilegio, de haber compartido horas, trabajo, charlas y experiencias, con este ser humano maravilloso del cual mucho aprendí.  Y tengo permanentemente grabada en mi retina la imagen de Ana Vinocur en nuestra escuela, encendiendo año tras año una de las seis velas en el día de Iom Ha Shoa, acompañada por su hija y sus nietas.

El destino, caprichoso e imprevisible, se adelantó una vez más y seremos ahora nosotros, quienes encenderemos una vela por ella.  El libro finalmente habrá de tener un titulo.  Lo escribirá alguno de nosotros y el mismo, seguramente será

«Ana Vinocur: luchadora, digna y heroica mujer judía, que brilló con luz propia».

Ana Vinocur: has ingresado a la inmortalidad.  A partir de ahora, definitivamente formas parte – en realidad ya formabas parte anteriormente – del selecto grupo de personajes, integrado por los grandes del pueblo de Israel.  ¡Bendita sea tu memoria!

RAFAEL WINTER

CARTA PUBLICADA EN EL SEMANARIO HEBREO

UNA VIDA LUCHANDO - ANA VINOCUR (Z"L)  1926-2006

- Nació el 25 de septiembre en Lodz, Polonia, hija de Rifka Bocian y Henoj Wolf Benkel . Tiene un hermano mayor, Herschek (que en Uruguay se llamó luego Enrique).

- En 1933, nace su hermano, Leibush. "Es la alegría del hogar"- escribió Ana .

- "Ana tiene una infancia feliz"- cuenta su biografía en el sitio oficial de Ana Vinocur.

- El 1º de septiembre de 1939, Alemania invade Polonia sin declaración previa de guerra.

- 1940: Fallece la abuela materna de Ana.

- Se aísla a los judíos en el "Ghetto de Lodz". Sólo se pueden comunicar con el resto de la ciudad, cruzando el puente elevado, y para ir a trabajar.

- 1941: Los judíos son obligados a trabajar para los alemanes a cambio de una mísera ración de comida.  Hacen uniformes, botas, pantalones, ropa interior, etc.  Ana trabaja en un taller de alfombras y Herschek en un taller metalúrgico.

- 1942: El hambre y las enfermedades hacían estragos entre la gente.  Ana y Herschek comienzan a fabricar clandestinamente caramelos para canjearlos por comida y así alimentarse un poco mejor ellos y su familia.

- Los alemanes llevaban periódicamente judíos a "destinos desconocidos".  Se llevan a Leibush... Nunca más se sabrá de él...

- 1944: Ana y el resto de su familia son llevados al campo de concentración y exterminio de Auschwitz. El padre y Herschek son separados de Ana y su madre. Los nazis asesinan al padre de Ana en las cámaras de gas. Las chimeneas trabajan sin cesar...

- 1945: Ana y su madre son trasladadas a Stutthof.  Los cadáveres yacen en el suelo amontonados... " El canto de Ana aquieta a las fieras"- escriben en su biografía.

- Las epidemias se extienden... La madre de Ana muere en sus brazos por hambre y falta de medicamentos...

- Comienza la derrota de los nazis. Los pocos judíos sobrevivientes son embarcados como rehenes rumbo a Alemania.  En el barco Ana conoce a Ianka Wasik, quién posteriormente le salvará la vida...

- Los barcos son bombardeados por las fuerzas aliadas durante el viaje pero Ana y Ianka se salvan.  Son rescatadas por un buque salvavidas alemán de la Wehrmacht.

- 1945: Los nazis son finalmente derrotados por las fuerzas aliadas. Termina la oscura y trágica pesadilla...

El 3 de mayo Ana y Ianka son liberadas y trasladadas al hospital Stadtisches Krankenhaus Kiel, luego al Kronzhagan cerca de la ciudad de Kiel.

Posteriormente son llevadas al hospital provisorio Hilfskrankenhaus Schäfstedt también cerca de Kiel.

- 1946 : Ana y Ianka son nuevamente trasladadas, esta vez al hospital St. Ottilien para atender sus malogradas saludes. Luego al TBC Sanatorium Gauting cercano a Munich. Posteriormente son trasladadas al sanatorio - hogar Kneippianum en Bad Wörishofen, su "albergue de lujo", hasta su recuperación total. Allí se reencuentra con su prima Nina.

Ana ayuda a las víctimas de la guerra cantando como solista en un coro dirigido por el Profesor Banosh. En esa oportunidad se fortalece su vocación por el canto. - En 1946 Ana parte de Alemania rumbo a Francia, Bélgica y luego a América.

- 1947: Ana, a bordo del "Campana", llega a Uruguay donde se reencuentra con su hermano Herschek después de varios años sin saber si estaba vivo o había sucumbido en manos de los nazis.  Son albergados en Montevideo por sus tíos Beinish y Hinde Bocian, hermano de la madre de Ana junto a su esposa.

- 1948 Ana conoce a Alberto Vinocur, su futuro esposo. - "Viví con él 45 años hasta que falleció"- escribió Ana." Me hizo sentir feliz y amada, apoyada en todos mis proyectos y decisiones. Me dio la alegría de poder edificar un hogar sólido a semejanza del que perdí a causa del nazismo. Tuvimos dos hijos, Rita y Víctor, que nos dieron cuatro nietas"

Ana toma clases de canto con el profesor Domingo Dente, director del coro del SODRE. Graba su primer LP en Montevideo, acompañada por 15 músicos profesionales. - Graba dos discos en Buenos Aires, uno acompañada por el maestro SimónTenowski y el otro por el maestro Mario Nicoli con letra y música de su hermano Enrique Benkel. - Graba un disco en New York "Songs of the Ghetto and Jewish Folklore"

- 1972 Publica su primer libro "Un libro sin Título". "Nuestro deber es relatar los hechos, la terrible verdad, para que la conozca cada persona civilizada, especialmente los jóvenes"- escribió. "Nosotros tenemos una gran deuda con el mundo civilizado por lo que tenemos que contar con exactitud y fidelidad lo que significó el nazismo nada menos que en el siglo XX"

- 1974: El Ministerio de Educación y Cultura de nuestro país, premia el primer libro de Ana, "Sin título", como obra literaria del año.

- 1987 Es designada Secretaria General del "Centro Recordatorio del Holocausto" en Uruguay.

- 1990 Publica su segundo libro "Luces y sombras después de Auschwitz" "No, no permitiré que me acompañen las sombras durante toda mi vida"- afirmó." Los recuerdos son verdugos esperando su presa. Tampoco admitiré que me escolten las figuras de los masacrados. Tengo que seguir viviendo con la gente que no sufrió aquel infierno"

- 1996 Ana y Enrique deciden viajar a Polonia en una "Marcha por la vida" . Visitan entre otros lugares, Lodz, el ghetto de Varsovia y el ex infierno de Auschwitz. "Y nosotros no olvidamos, porque ¡estamos aquí!  Junto con miles y miles de jóvenes, llevando banderas de todas las naciones y la del Estado de Israel, caminando en Auschwitz, pero por ¡LA VIDA! "

- 1999 Publica "Volver a vivir después de Auschwitz" una ampliación del libro "Luces y sombras después de Auschwitz".

- En setiembre del 2005, presentó nuevamente su testimonio de vida, en el Paraninfo de la Universidad de la República, en el marco del "Ciclo Anual de Educación en Derechos Humanos" de la Cátedra UNESCO. "Su relato fue escuchado por casi quinientos compañeros"- nos escribieron los organizadores. "Al terminar todos, en el más absoluto silencio, la aplaudieron de pié". Pero este fue sólo uno de los numerosos reconocimientos que Ana recibió, afortunadamente, en vida.

- Falleció el 7 de enero del 2006.

BENDITA SEA SU MEMORIA

 

De: Comite Central Israelita del Uruguay [mailto:cciu@cciu.org.uy]
Enviado el: Martes, 10 de Enero de 2006 11:14 a.m.
Para: Rita Vinocur; Centro Recordatorio del Holocausto
Asunto: Fw: Nos duele la muerte de Ana Vinocur

Sent: Tuesday, January 10, 2006 10:06 AM

Subject: Nos duele la muerte de Ana Vinocur

Como si fuera despedida no sabida, la vimos - siempre destilando energía positiva - hace menos de un mes a la Señora Vinocur.  Fue en el Agasajo a la Prensa anual organizado por el Comité Israelita del Uruguay y estábamos, a diferencia de otros años, frente al mar.

Allí, cerca de donde terminan y comienzan tantos ciclos, el destino eligió para nosotros el privilegio de darle un beso de adiós a quien tanto bien hizo y hará por siempre a la humanidad. Una sobreviviente de la tragedia judía a manos de los nazis, que predicó en carne propia, que el amor puede más que el odio.

Una sencilla gran mujer, sensible y fuerte,  abierta a la fe y al cariño de las personas sin distinción, que incluso supo acompañarnos en un festejo religioso afro y recibir de nosotros un reconocimiento a su ejemplo. También guardamos especialmente uno de los muchos libros de su autoría, que recibimos de sus sufridas manos.

Para quien casi volvió de la muerte, hoy enfrentarle en medio de la paz y el cariño de sus propios y de la gran familia de amistades que supo cultivar -  entre quienes nos incluimos orgullosamente - es más duro golpe para quienes sentimos su falta que para sí misma, seguramente.

El espíritu de Ana Vinocur vivirá por siempre en las palabras y en las acciones de quienes seguiremos su legado de reivindicación con la vida. Uruguay vive otra shoá por tu partida.

Hasta siempre querida Ana.

 

ATABAQUE

Susana Andrade

 

PUBLICADO EN EL SEMANARIO HEBREO

"El odio se lo dejo para los nazis"

El sábado falleció Ana Vinocur. La noticia, así de simple, así de dramática y contundente. Ella, que libró tantas batallas, que construyó siempre, se había plantado frente a la muerte durante casi dos semanas. Y así como vivió, murió, sin concesiones; luchando constructivamente. Con dulzura, con decisión, luchando, honrando la vida.

Ana es…Ana ha sido, en el más pleno sentido de la sentencia de Bertold Brech, una imprescindible. Luchó toda la vida. No se dio tregua. Retrucó con su ejemplo a todos aquellos que creían, incluso con razón, que construir vida después de la Shoá era imposible.

En realidad, y así lo enseñaron tantos y tantos sobrevivientes que se instalaron en nuestro país, que no era fácil, pero no imposible. El domingo, en el cementerio, cuando nos tocó despedirla en nuestra condición de presidente del Comité Central Israelita, afirmábamos, y así estamos convencidos, que el simple hecho de estar allí un grupo inmenso de judíos, en un cementerio judío, bajo las condiciones que nuestra esencia judaica nos impone, era, en sí mismo, una victoria más de Ana sobre el nazismo.

Era, y es, una victoria de la condición judía. En esa construcción, Ana había sido y es un referente. Allí estábamos congregados, unidos en Ana, cumpliendo con el imperativo que nos señalara Abraham; en campo propio enterrando a nuestra Sara.

Eso nos legó Abraham; no renunciar nunca a dar, por más adversas que fueran las circunstancias, judía sepultura a nuestros padres, hermanos e hijos. Y allí estábamos, unidos en Ana, en el mismo lugar, el mismo terreno, que hace apenas algo más de 90 años un grupo de judíos adquirieron para concretar ellos el ejemplo de Abraham.  Enterrar a nuestros muertos, a perpetuidad, como está escrito. Para hacer lo que aún hoy, algunos, en este mismo país, no pueden hacer.

Y así acompañamos a Ana, a su familia, a nuestra comunidad.  Y así, decenas y decenas de miembros de la comunidad y de ciudadanos uruguayos, intentamos rodear de afectos, de contención, a la familia de Ana, construcción fundamental de esta idisch mamme, luchadora incansable de la causa judía.

Se podrían decir miles de cosas buenas de Ana pues ella, esencialmente, una mujer buena; incansablemente buena. Quiero rescatar su participación en el Ciclo 2005 de Educación en Derechos Humanos de la Cátedra UNESCO de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República.  Junto a Ana estaba el Profesor Gerardo Caetano y la moderadora fue la Dra. Mariana Blengio, responsable de la Cátedra UNESCO.

Allí habló Ana de la Shoá, desde esa perspectiva personal y humanista con la que encaraba su enfoque. Había un segmento del relato netamente vivencial, desde una perspectiva humanista, sin odio y sin olvido, para una construcción positiva del futuro. Rescatando el triunfo de la vida sobre la muerte, del humanismo sobre el odio, del amor al prójimo por sobre la discriminación y el desprecio racial.

Su mensaje se iniciaba desde una perspectiva personal y globalizadora que marcó profundamente a los estudiantes del Derecho, a los cadetes de la Policía Nacional y a los cadetes del Ejército Nacional que participaron del curso académico.  Fue una clase de historia, de humanidad y de derechos. No exagero nada al afirmar que ninguno de ellos fue el mismo al terminar de escuchar aquella exposición.

Por eso Ana fue invitada al estrado cuando la Cátedra UNESCO, en el Paraninfo de la Universidad, que sólo está llamado a jornadas académicas y cívicas trascendentes, con la presencia de las más altas autoridades universitarias, policiales y castrenses, hizo entrega de los diplomas. Estaba junto al rector Rafael Guarda, la Ministra de Defensa Nacional, Azucena Berruti, los Profesores Grado V Adolfo Cassinelli Muñoz y José Cagnoni. Entre ellos, Ana Vinocur. Completando el Paraninfo, además de 500 estudiantes y familiares, el Comandante en Jefe del Ejército, Tte. Gral. Ángel Bertolotti, acompañado de un conjunto de Generales vinculados al área de formación de oficiales de la Fuerza.

Este acto tuvo lugar hace pocos días, hace apenas un mes, cuando comenzaba diciembre. Y para jánuca estaba prevista su participación en el acto de encendido de las velas.  Ana ya no pudo estar allí. Unos días antes debió ser internada y sus ganas de vivir volvían a dar una batalla, la última.

En estos días, el nombre de Ana recorrió miles de casas, miles de lugares de trabajo. Fue pronunciado por miles de hombres y mujeres. Con distintas palabras, y todos con el mismo reconocimiento: Ana triunfó, como le gustaba decir a Simón Wiesenthal, sobre sus captores nazis.  Los sobrevivió a todos.

Vivió con alegría, la que construyó sin olvidar ni una sola lágrima de sus penas. Judía en su esencia y en su insistencia, educó a sus hijos y nietas en el marco de una comunidad sionista como la que más. Y fue enterrada, en un cementerio judío de ésta comunidad judía, amparada por la sociedad uruguaya a la que tanto amó.

Vivió con tanta intensidad y humanismo, que hasta resultaba natural escucharla decir “el odio se lo dejo para los nazis”.  A Ana quiero agradecerle por lo que ha hecho, pero aún quiero agradecerle por lo que hará pues sus conferencias y sus libros seguirán hablando por ella, trascendiéndola, para que las nuevas generaciones escuchen la voz suave y dulce de quien sufrió dolor y no supo de odio.

Que su alma quede ligada a los lazos de la Vida Eterna.

Ernesto Kreimerman

Pte. del CCIU

CARTA PUBLICADA EN EL SEMANARIO HEBREO

Comité Central Israelita del Uruguay

Nº05/06

Enero 10, 2006

Queridas familias Vinocur - Benkel

Presente

El Comité Central Israelita del Uruguay expresa su profunda congoja por la pérdida de la querida Ana Vinocur Z"L que enluta a nuestro ishuv.

Ana personificó un testimonio, denuncia y ejemplo de vida dedicada a la lucha por la memoria de la más trágica página de la historia de nuestro pueblo: la Shoá.

Ana fue todo eso sin olvidarse de ser mujer, esposa y madre ejemplar. Nada de lo humano le fue ajeno; nada de la esencia judía le fue extraño. Su labor la desarrolló a través de sus conferencias y charlas en los más variados ámbitos y para todas las edades. En especial en las escuelas y ambientes juveniles.

Plasmó sus recuerdos y mensajes en libros y fomentó el recuerdo a través de la publicación “Sendero”. Título éste, sugestivo ya que fue esa su aspiración: crear un sendero que a través de la conservación de la memoria vaya desde el Holocausto hasta un futuro de esperanza, de convivencia pacífica, de amor y alegría de la vida.

Tal como dice el himno de los partizanos, su inolvidable sonrisa nos decía que a pesar de los enemigos de nuestro pueblo: “Estamos aquí!” No olvidaremos a quien nos enseñó a no olvidar y a educar a nuestros hijos en los valores de la esencia judía.

Encuentren consuelo en su recuerdo y en la continuidad de su obra.

ISRAEL BUSZKANIEC

 Secretario General

ERNESTO KREIMERMAN

                                               Presidente

c.c. Centro Recordatorio del Holocausto

 

e-mail recibido de Alejandro Bespalko -  Ierushalaim, Israel

Cuando La Vida Comienza,

Ayer 7 de enero de 2006 se fue Ana Vinocur.  Se fue quien nos supo mostrar, explicar y de alguna forma nos ayudó a sentir lo que fue la más grande de todas las masacres,  EL HOLOCAUSTO.


 
Ana, concurría a cada escuela, cada radio, cada canal de televisión, cada conferencia,   cada lugar donde requerían de su presencia para de alguna manera contarnos a todos lo que ella había pasado.

Tengo claros recuerdos de mi niñez en la escuela Yavne donde un día al año se dedicaba al estudio de LA SHOA, traducción de Ocultamiento-Sacrificio si de esa manera podemos llamarlo, una vez al año para aprender lo que no tenía fechas, lo que no tenía tiempos, lo que era para siempre.


Una vez al año aprendimos a escuchar, aprendimos a querernos por que escuchamos sobre el amor y el respeto que debemos tener por nosotros y por nuestros semejantes. Una vez por año Ana nos hablaba y el silencio era total, nuestros seres estaban completamente puestos en ella y ella estaba completamente puesta en nosotros, por que para transmitir hay que Vivir y para vivir hay a veces que sobrevivir.

Ana sobrevivió para contar, sobrevivió para Amar y sobrevivió para que sepamos lo que debemos saber y volvamos a transmitir... Ana no se fue con el Holocausto y tampoco puede irse ahora, esta VIVA en nosotros que deberemos seguir contando a cada ser humano de buena voluntad lo que ocurrió.

Somos parte del pueblo Judío, gran parte de la historia recae sobre nuestros hombros y de ella tenemos que hacernos cargo...

Sabemos que la historia vive en nosotros por que somos lo que nadie pensó que continuaría pero gracias a D"s, a los que lucharon por su vida y a los Hombres de bien aquí estamos, VIVOS y con fuerza intentando hacer de éste un Mundo Mejor.


La lucha es constante, lamentablemente surgen en este mundo todavía personas que niegan lo que no se puede negar.  Ellos también existen... pues D"s creó el mundo con dos grandes fuerzas la del bien y la del mal, sólo nuestra constante lucha basada en el AMOR AL PRÓJIMO y LA DEFENSA DE LA VERDAD pueden vencer.

Ahora es nuestra misión, mantener VIVO el recuerdo para que nunca más tengamos que vivirlo.

Ana, una luchadora incansable, una gran Judía y sobre todas las cosas una GRAN MUJER.


Esté su Alma ligada siempre al árbol de la Vida.

Amen.

Alejandro Bespalko

Ierushalaim, Israel.


 

 

 

El  Embajador de Polonia en Montevideo

Montevideo, 11 de enero de 2006

Señores
Rita y Víctor Vinocur
Presentes

De mi mayor consideración:

Me dirijo a Ustedes en tan luctuoso momento, con motivo de expresar mis sinceras condolencias por el lamentable deceso de vuestra Señora Madre.   
     
Yo tenía en muy alta estima las relaciones con la querida Ana, ella dedicó su vida a mantener el recuerdo de la Shoá y tenía muy buenas relaciones con esta misión diplomática y conmigo personalmente.

Quiero subrayar también que Ana, como polaca nacida en Lodz, tenía muchos amigos entre los integrantes de  la comunidad polaca, siempre fue considerada una gran propulsora del mantenimiento y profundización de las cordiales relaciones entre las diversas comunidades existentes en Uruguay.

Guardaré por siempre la versión autografiada con la dedicatoria personal de Su libro "Volver a vivir después de Auschwitz", como un buen recuerdo de una gran amiga, una mujer con una fuerza vital implacable y una personalidad trascendente.

Deseo por este intermedio presentar a Ustedes mis respetuosas condolencias por la irreparable pérdida sufrida, les ruego acepten mis expresiones de profundo pesar, así como las seguridades de mi más alta y distinguida consideración. 

Lech Kubiak

 

e-mail recibido del Consulado de Dinamarca en Uruguay

De:                Real Consulado de Dinamarca

Enviado el: Lunes, 23 de Enero de 2006 11:34 a.m.

Para:            Centroshoa@conectate.com.uy

Asunto:       Condolencias

Sr. Pinkus Benedykt Presidente del Centro Recordatorio del Holocausto Montevideo

Estimado Sr. Stolovich:

De regreso de vacaciones, accidentalmente tomé conocimiento del fallecimiento de Ana Vinocur.

Haberla conocido en oportunidad de la amable invitación que ese Centro me extendiera en octubre de 2003, fue una experiencia inolvidable. Su sonrisa la llevo gradada en mi memoria, como testimonio de la fuerza moral que solamente seres humanos muy privilegiados pueden ostentar, para sobrellevar con heroísmo las peores circunstancias que la vida puede deparar.

Le agradeceré reciba mis más sentidas condolencias y las trasmita a todos los miembros del Centro, a la vez que le ruego las haga extensivas a su hija Rita de quien también guardo un grato recuerdo.

Sinceramente,

Elizabeth M. Brugnini

Cónsul General Honorario de Dinamarca en Uruguay

e-mail recibido del Comité Central Israelita del Uruguay

De:                Comité Central Israelita del Uruguay

Enviado el: Martes, 10 de Enero de 2006 12:14 p.m.

Para:            Rita Vinocur; Centro Recordatorio del Holocausto

Asunto:       Nos duele la muerte de Ana Vinocur

Como si fuera despedida no sabida, la vimos - siempre destilando energía positiva - hace menos de un mes a la Señora Vinocur.  Fue en el Agasajo a la Prensa anual organizado por el Comité Israelita del Uruguay y estábamos, a diferencia de otros años, frente al mar.

Allí, cerca de donde terminan y comienzan tantos ciclos, el destino eligió para nosotros el privilegio de darle un beso de adiós a quien tanto bien hizo y hará por siempre a la humanidad.

Una sobreviviente de la tragedia judía a manos de los nazis, que predicó en carne propia, que el amor puede más que el odio. Una sencilla gran mujer, sensible y fuerte, abierta a la fe y al cariño de las personas sin distinción, que incluso supo acompañarnos en un festejo religioso afro y recibir de nosotros un reconocimiento a su ejemplo.

También guardamos especialmente uno de los muchos libros de su autoría, que recibimos de sus sufridas manos.

Para quien casi volvió de la muerte, hoy enfrentarle en medio de la paz y el cariño de sus propios y de la gran familia de amistades que supo cultivar - entre quienes nos incluimos orgullosamente - es más duro golpe para quienes sentimos su falta que para sí misma, seguramente.

El espíritu de Ana Vinocur vivirá por siempre en las palabras y en las acciones de quienes seguiremos su legado de reivindicación con la vida.

Uruguay vive otra shoá por tu partida.   Hasta siempre querida Ana.

ATABAQUE

Susana Andrade

e-mail recibido de la Sociedad Israelita de Paysandú

De:                Israelita Paysandú

Enviado el: Lunes, 23 de Enero de 2006 12:06 p.m.

Para:            centroshoa@conectate.com.uy

Asunto:       COMPARTIMOS EL DOLOR

Estimados amigos del CENTRO RECORDATORIO DEL HOLOCAUSTO Y SOCIEDAD AMIGOS DE IAD VASHEM

Expresamos nuestras más sentidas condolencias ante la desaparición física e irreparable de quien fuera paradigma símbolo y emblema de vuestra organización y de todo el Yshuv uruguayo, ANA BENKEL DE VINOCUR (Z"L)

Que llevó su voz, pensamiento y que sus testimonios del Holocausto, su experiencia personal y familiar sirvieron para que perduraran en el tiempo con la enseñanza y el recuerdo de la Shoa.

Para nosotros serán inolvidables las oportunidades que estuvo en Paysandú, la ultima vez en el año 2005.

Hacemos extensivas nuestras condolencias a las familias Benkel , Vinocur y Haim.

COMISIÓN DIRECTIVA Sociedad Israelita de Paysandú

Carta escrita por Simone Veil, una sobreviviente del Holocausto muy famosa, Presidenta de la Fundación por la Memoria de la Shoá en Francia

 

FESTIVAL DE CINE JUDÍO DE PUNTA DEL ESTE

27 de Enero de 2006

Con una enorme repercusión y a salas llenas, se llevó a cabo el III FESTIVAL DE CINE JUDÍO DE PUNTA DEL ESTE en varias salas del Hotel CONRAD y en el Cine Cantegril en forma simultanea..

Uno de los momentos culminantes del Festival fue, sin duda, la inauguración en el Cine Cantegril, en la que se le brindó homenaje a la actriz francesa Dominique Sandá, por su actuación en el film "El Jardín de los Finzi Contini" de Vittorio de Sica, que cumplió 35 años y que fue una de las primeras en tocar el tema de la persecución a los judíos en la Italia de Mussolini y contó con la presencia del embajador de Francia Laurent Rapin.

En esa oportunidad se realizó el preestreno en Uruguay de la película "Seres Queridos" coproducción argentino - española con Norma Aleandro y habló el arquitecto José Luis Litman, hijo del pionero y fundador del mismo cine Mauricio Litman.


La fiesta de inauguración del festival se realizó al mediodía del domingo en el restaurante giratorio de El Torreón, con la presencia de la madrina del Festival la princesa Laetitia D'Arenberg, directores, actores y periodistas y contó con la actuación del grupo de danzas Naguía, de la Comunidad Israelita del Uruguay.

Cada día tuvo al menos un evento de gran convocatoria que llenó las salas obligando a los organizadores a pasar al Salón Río de Janeiro con una capacidad para trescientas personas. Se pasaron, en cinco días, 14 films de ficción, 17 documentales, 10 cortometrajes, y hubo 10 conferencias y una presentación de un libro además de tres espectáculos de canto, música y danzas.

El domingo desbordó la presentación de "Desmemorias", de la uruguaya radicada en Barcelona Paola Perkal, que filma un viaje a Polonia con jóvenes judíos y no judíos y con la conferencia del escritor Mauricio Rosencof, actual Director de Cultura de la Intendencia Municipal de Montevideo que presentó el libro "Soberbias Argentinas" de Manuela Fingueret, escritora y poeta argentina.

El momento de alta emoción del lunes fue el homenaje a Ana Vinocur, sobreviviente del Holocausto recientemente fallecida, para el cual vinieron sus hijos Rita y Víctor, Rafael Winter, del Centro del Holocausto y habló Abel Bronstein Director Ejecutivo de la Comunidad Israelita del Uruguay.

Ana Vinocur está presente en el telefilm de ficción SEIS HOLOCAUSTO.


El festival realizó el preestreno de SEIS HOLOCAUSTO en Uruguay con la presencia del actor argentino Pepe Soriano, del director Maximiliano Gutiérrez y de los productores de Insignia Santiago y Enrique Smith Estrada. Las delegaciones fueron recibidas y agasajadas en el restaurante Punta 33 de la Avenida de las Palmeras.

También fue impresionante la presencia y el entusiasmo del público al pasar "Jevel Katz y sus paisanos", el documental que resultó ganador y durante el show de Lloica Czakis, cantante hija de argentinos, que nació y vive en Europa, y cuya tesis doctoral es sobre los tangos escritos en idish durante la guerra, y que dieron origen a su espectáculo "Tánguele".

El martes convocó la conferencia del profesor Gustavo Perednik sobre la película el Mercader de Venecia y la supuesta judeofobia de Shakespeare.

El Acto de Cierre fue particularmente emocionante ya que fue el marco del encuentro, después de cincuenta años sin verse, de dos sobrevivientes del Holocausto que compartieron su infancia en el ghetto de Shangai: John Wolf que llegó desde Washington y Pedro Lievendag de Buenos Aires.

El Acto se realizó en el salón Río de Janeiro del CONRAD PUNTA DEL ESTE, con la presencia de la actriz Dominique Sandá, hablaron el Embajador de Israel, Joel Barnea, y el Intendente de Maldonado, Oscar de los Santos y actuó el grupo "Shesh- besh" integrado por Mónica Manaker, en voz y guitarra, Diego Goldsztein, Martín Ibarburu y Federico Righi.

El festival entregó el Premio Testimonio al telefilm SEIS HOLOCAUSTO y se dieron a conocer los resultados de la sección en competencia para los film documentales y cortometrajes independientes latinoamericanos que recibieron una lámina del artista plástico Jaime Kleist.

El jurado estuvo integrado por Roxana Ukmar, Directora de la Escuela de Cine mALCINE de Maldonado, Fernando Brenner, Coordinador del Mercado del film del Mercosur de Mar del Plata y Enrique Raimondi, crítico de cine

 

 

 

 

 

Museo que se inauguró en el Instituto Ariel Hebreo Uruguayo con los nombres, Ana Vinocur y Enrique Benkel

 

2007

RECORDACIÓN DE LAS VICTIMAS DEL HOLOCAUSTO EN EL PARLAMENTO URUGUAYO

 

El pasado 30 de enero del corriente año, la Comisión Permanente del Parlamento uruguayo (que funciona durante el receso de las Cámaras de Senadores y de Diputados) realizó una sesión extraordinaria de recordación de las víctimas del Holocausto, que fuera aprobada por unanimidad por todos los partidos políticos del Uruguay con representación parlamentaria.

La misma se llevó a cabo en el marco del 27 de enero -  Día Internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto, resuelto por Naciones Unidas.

Adjuntamos las palabras pronunciados por el Senador del Frente Amplio Eduardo Ríos, Senador del Partido Nacional Francisco Gallinal y Diputado del Partido Colorado Washington Abdala.

Finalizada la oratoria, se aprobó por unanimidad la declaración que sigue:

La Comisión Permanente del Poder Legislativo, reunida en el día de la fecha, adhiere en todos sus términos, en representación del Parlamento de la República Oriental del Uruguay, a la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 21 de noviembre de 2005 que estableció el 27 de enero como Día Internacional de Conmemoración Anual en memoria de las víctimas del Holocausto del Pueblo Judío.

Al rendir homenaje y efectuar su sentido recordatorio de dicho acontecimiento, la Comisión Permanente,

 1. reafirma los principios en los que se basa la resolución de las NNUU, emanados de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, y la Carta de las Naciones Unidas. 

2. comparte, como lo establece la Resolución de las NNUU del 21/11/2005, que “el Holocausto, que tuvo como resultado que un tercio del pueblo judío e innumerables miembros de otras minorías murieran asesinados, será siempre una advertencia para todo el mundo de los peligros del odio, el fanatismo, el racismo y los prejuicios”, 

3. reafirma los términos planteados en la Resolución de la Asamblea General de las NNUU en cuanto a la necesidad de que se “inculquen a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro”, “rechaza toda negación, ya sea parcial o total, del Holocausto como hecho histórico”, y “condena sin reservas todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, dondequiera que tengan lugar.

 

ESCUELA ANA VINOCUR

El Presidente de la Comisión Permanente, Senador Carlos Baráibar, dio lectura a una moción de "remitir al Poder Ejecutivo la solicitud de que una Escuela de nuestro país sea designada con el nombre “Ana Vinocur”, en homenaje a Ana Benkel de Vinocur, sobreviviente del campo de concentración y exterminio de Auschwitz..."

Dicha moción fue votada por unanimidad de los presentes.-

 

 

 

 

La Universidad ORT edita una agenda en memoria de Ana Vinocur

 

Humberto Joao Martínez Briones saluda a la familia Vinocur

Hola mi nombre es Humberto Joao Martínez Briones, soy un estudiante de ingeniería  y vivo en la ciudad de Monterrey Nuevo León al norte del país de México.

El motivo de mi e-mail es agradecer infinitamente el mensaje que tu madre ha dejado en los corazones de todas aquellas personas que han tenido la fortuna de leer “Un libro sin titulo “.  El libro es tan bueno que la familia  lo conserva desde el año 1981 siendo este año en cual  mi abuela me lo mostró y es fecha que lo leo y lo vuelvo hacer.

Por el mensaje que transmite en el libro pienso que ella fue una mujer que siempre luchó contra las adversidades y siempre tuvo la paciencia para ese día……………… la libertad!

Espero que puedas contestar mi e-mail ya que quisiera saber algunas anécdotas de tu madre como también saber que enseñanza te ha dejado ella.

Sin no más por el momento me despido

 

----- Original Message -----

Sent: Thursday, May 03, 2007 1:53 PM

Subject: Ana Benkel de Vinocur (Z'L) - por Esteban Valenti


Noticias de Montevideo Portal

La victoria de Ana

El infierno existe pero está aquí en la tierra. El mal en su estado puro existe y ronda entre nosotros. Ana Benkel de Vinocur tenía 12 años cuando los nazis invadieron Polonia. Estuvo 6 años en diversos infiernos. Vivió, construyó una familia, se hizo uruguaya y a los 79 años murió aquí en su Montevideo. Se fue como ella quería y esa fue su mayor venganza, su enorme revancha hacia los nazis. Su vida y su muerte.

Por Esteban Valenti (*)

El viernes 20 de abril las madres y abuelas de los barrios del norte de Montevideo le rindieron un homenaje, coincidiendo con un nuevo aniversario del Holocausto. Ella fue parte de ese infierno y sobrevivió.

El acto comenzó con un largo reportaje a Ana, ya anciana pero con un recuerdo increíblemente jovial, vital, lleno de matices en medio de aquellos horrores pardos. Relató con detalles su peripecia de niña, de adolescente, de joven junto a sus padres y sus dos hermanos. Sólo ella y su hermano mayor sobrevivieron.

He visto tantas películas, leído tantos libros, artículos y relatos sobre el Holocausto que creía que nada podía impactarme, conmoverme, más allá del impacto recurrente del horror. Ana nos sacó a todos de nuestras pequeñas cosas cotidianas, del sentido del espacio, del sonido, de lo que nos rodea y nos llevó con ella por su relato. Y luego de relatar cosas terribles, de dar testimonio de las peores miserias y maldades del ser humano, creo que a nadie le quedó una sensación de abatimiento, de entrega. Al contrario.

Ana le dio a los pequeños detalles en medio del Ghetto de Lodz, del campo de concentración de Aushwitz toda la dimensión de la resistencia, de la lucha por sobrevivir y por seguir siendo humanos a pesar de estar en mano de las bestias. De la resistencia con forma de canto, de una cáscara de remolacha, de la amistad con su amiga católica, recluida con ella.

Fue un relato personal, irrepetible, único pero poblado de gente, de ternuras, de pequeños gestos solidarios, de recuerdos que mantiene vivos porque son parte de su triunfo, de su batalla contra el olvido y contra la insensibilidad.

Creo que a todos nos impactó su recuerdo de que a pesar de todo ese horror esperaban, tenían confianza de que no podía ser que el mundo los abandonara, incluso que los propios nazis no podrían despojarse de su condición de padres, de hermanos, de seres humanos. Y vaya si se despojaron de todos los atributos más elementales de los seres humanos. El relato de la captura de su hermanito de 10 años, la despedida y la comprobación de su muerte, de su transformación en humo en el campo de concentración no admite adjetivos. No los hay.

El otro rasgo de su relato fue cuidadosa y reiterada referencia a todas las nacionalidades que compartieron el horror. El Holocausto fue en primer lugar un plan premeditado, alevoso, de exterminio del pueblo judío pero también de asesinato masivo de eslavos, de rusos, de gitanos, de homosexuales, de luchadores antifascistas. Incluso de muchos cristianos que compartieron la suerte de sus semejantes en el martirio.

Es conmovedora la delicadeza con la que trata al pueblo alemán, como en su relato se esfuerza por distinguir entre todos los alemanes y los nazis, aunque todos sabemos que la historia es un poco más compleja y terrible.

¿Por qué ahora? ¿Por qué las madres y abuelas de los barrios más humildes de Montevideo? ¿Por qué cantaron y bailaron en su homenaje?

Ellas compartieron con Ana momentos de solidaridad y de apoyo, pero sobre todo su vida las inspira para continuar su propia batalla por la vida y la dignidad. Dos madres relataron su batalla contra la pasta base, contra ese flagelo que se devora a tantos de sus y de nuestros hijos. Y muchas de las que cantaban y bailaban eran afro uruguayas. Fue una jornada contra la discriminación, todas las discriminaciones.

Hablaron además de Ana -a través de la filmación de su reportaje -, las madres y abuelas, la propia hija de Ana, el presidente del Comité Central Israelita, Ernesto Kreimerman y cerró el acto Ricardo Ehrlich, el intendente de Montevideo. Después de escuchar a Ana era difícil que las palabras tuvieran algún significado. Sin embargo fueron un disparador. Es cuando los representantes de las instituciones se salen del libreto y dejan salir su humanidad, sus ojos brillantes, sus recuerdos y tejen ese delicado cordón que une a la buena gente.

Luego unas mujeres, niñas y hasta un bebé invadieron el improvisado escenario y cantaron y bailaron, tenían rostros de gente nuestra, de luchadoras, pero sobre todo no tenían un ápice de resignación. Muchas de ellas tenían hermosos rostros que vienen de lejos, de muy lejos, arrancados hace varias generaciones del fondo de sus tierras frondosas y libres de África. Ahora tratan todos los días de construir su libertad y regar sus raíces en esta tierra que es de ellas.

Un buen encuentro el del viernes 20, para la memoria, para la sensibilidad, para sentirse vivos. Con sus grandes y bellas cosas y también con sus dolores.

(*) Periodista. Coordinador de Bitácora.

 

 

 

 

Transcribo este mail que describe a una persona hermosa cuyo recuerdo llenará los corazones de muchos uruguayos,

por su lucha por la verdad del Holocausto , y por su personalidad impactante

Isaac Grumberg

 

Jana Bat Janoj Zeev Verivka ZT"L

Al oír el nombre Jana nos vienen a la memoria, mujeres excepcionales, como Jana la madre de Shmuel Hanaví, cuya fuerza espiritual quedó como símbolo de emuná, (fe) en nuestro pueblo. También Jana y sus siete hijos que entregaron su vida por Kidush Hashem, en los días de Januka, y podemos incluir a Jana Senesz, que entregó su vida defendiendo la dignidad del pueblo de Israel. Y a la altura de todas ellas, que fueron mujeres virtuosas, tenemos a "Jana Benkel de Vinocur" que entregó parte de su vida por Kidush Hashem.

 

Ana esposa, madre, abuela, hermana, mujer activa, siempre con una sonrisa para todos. A pesar de haber pasado los horrores de la Shoa supo dar de si misma a los demás con mesirut nefesh, entrega total.

Ella llevó luz, esclareciendo con sus palabras, como, la llama que estaba encendida siempre en la tienda de Sara Imeinu. Su vida no transcurrió en vano Maase Avot Siman Labanim, dejando una huella en este mundo: sus acciones como ejemplo a seguir. Una Eshet Jail con mayúscula, como lo pronunciamos en cada Shabat: Fortaleza y dignidad son su atuendo; ella mira sonriente hacia el futuro. Abre su boca con sabiduría y la enseñanza de bondad está en su lengua.  Ella observa la conducta de su hogar, y no come el pan de la ociosidad.

Sus hijos se levantan y la aclaman, su marido la alaba. Muchas hijas han obrado meritoriamente mas tú las superas a todas. Elogiadla por sus logros, y que sus obras la alaben en los portales...

Adela M. de Vinocur & Flía.

No importa en que forma, lo esencial es dejar un testimonio, una huella de lo que ocurrió en pleno siglo XX; es un legado que debemos a las futuras generaciones.

Los que sobrevivimos a esa terrible pesadilla, llevaremos siempre un gran dolor en nuestros corazones, pero nos sentimos dichosos por haber llegado a un país como el Uruguay donde fuimos recibidos con los brazos abiertos.  Aquí formamos nuestras familias, a nuestros hijos no les inculcamos semillas de odio hacia el prójimo, pero como el pasado debe ser recordado, les enseñamos que no deben olvidar cómo sufrieron nuestros hermanos solamente por ser judíos.

Ojalá nunca más tengamos que escribir mensajes ni testimonios como estos, porque frente a Dios somos todos iguales.

Biografía:

Cuesta creer que dentro de su figura pequeña pueda caber tanta historia de vida!!!

Nació el 25 de setiembre de 1926 en Lodz, Polonia. Familia judía: su padre Henoj Wolf comerciante, su madre Rivka, y sus hermanos Enrique, el hermano mayor, y Leibusch varios años menor. En 1939, tras la invasión alemana, pasó a vivir con su familia en el ghetto de Lodz. Su hermano menor fue exterminado con todos los niños del ghetto. A mediados de 1944 fue trasladada a Auschwitz y luego al campo de Stutthof.

Milagrosamente salva su vida y el 3 de mayo de 1945 alcanza la libertad junto a su amiga Yanka Wasik.

Se reencuentra con su hermano Enrique, también sobreviviente, el 17 de agosto de 1947 cuando viene al Uruguay, después de varios años sin saber si estaba vivo o había sucumbido en manos de los nazis. Son albergados en Montevideo por sus tíos Beinish y Hinde Bocian, hermano de la madre de Ana junto a su esposa. En 1948 conoce a su futuro esposo Alberto Vinocur. Vivió con el 45 años hasta que falleció.

"Me hizo sentir feliz y amada, apoyada en todos mis proyectos y decisiones. Me dio la alegría de poder edificar un hogar sólido a semejanza del que perdí a causa del nazismo. Tuvimos dos hijos; Rita y Víctor, que nos dieron cuatro nietas."

Escribió "Un libro sin título" y "Luces y sombras después de Auschwitz", que fue reeditado como "Volver a vivir después de Auschwitz".

En el año 1996, Ana y su hermano Enrique deciden viajar a Polonia en una "Marcha por la Vida", visitan entre otros lugares, Lodz, el ghetto de Varsovia y el ex infierno de Auschwitz.

Anécdotas:

La NOBLEZAde ANA - Su mamá estaba muy débil, muy pálida, y no quería separarse de ella, y justo sucede algo increíble que hace que no se separen...

Siente que se le pega algo en la planta del pie y ve que es una cascarita de remolacha. Fue un milagro, porque con esa cascarita le hizo un pequeño maquillaje en la cara de su mamá, le puso un poco de color y no estaba tan pálida cuando fueron a la fila donde seleccionaban quienes iban y quienes no...

Siempre agradeció a Dios y al destino, la cascarita de remolacha!

Cuenta Ana.

Cuánta importancia puede tener un vestido? Si formulamos la pregunta sin pensar demasiado, de inmediato la respuesta es que el valor podría ser solo efímero, después de todo, es solo un elemento de indumentaria. Pero nada debería responderse sin pensar, ya que todo puede tener raíces profundas y consecuencias sentimentales.  Ese vestido no es cualquier vestido, es el ...

 

 

UN SHABAT ESPECIAL…

(En recuerdo de Ana Vinocur Z”L”)

 

 

Un fin de semana, en el mes de octubre, hace un par de años atrás, mi señora y yo estuvimos en Punta del Este. El viernes a la noche concurrimos al Servicio de Kabalat Shabat del Beit Knesset “Beit Meir” (del edificio “El Torreón”).  Fue para nosotros una sorpresa ver entre la concurrencia, en esa época del año, a Ana Vinocur Z”L”. 

Nunca habíamos tenido la oportunidad de conocerla personalmente, pero sí a través de sus libros y actividades de difusión de la SHOA.

 

Ella se encontraba en Punta del Este con motivo de que el día jueves de esa semana dio una conferencia en el Centro Wizo local, y decidió, invitada por una amiga, quedarse algún día más.

 

Finalizado el Servicio, nos acercamos a ella, dado que teníamos gran interés en conocerla personalmente y le preguntamos si estaba invitada para la cena sabática; al contestarnos negativamente, la invitamos a que la comparta con nosotros, en nuestra casa. Aceptó gustosamente nuestra invitación pero nos dijo que ella estaba con su amiga, a lo que le respondimos: “donde comen dos pueden comer cuatro”… y así fue.

 

Nuestro interés mayor radicaba en conversar sobre distintos aspectos de la SHOA y sus consecuencias. 

 

Promediando la cena, estando sentados alrededor de una mesa redonda,  diríamos casi cara a cara, Ana nos pidió autorización para cantar una canción compuesta por su hermano Enrique Benkel Z”L”, (música y letra). El título de la misma es “DER ZEIDE” (El Abuelo); por supuesto que la contestación fue afirmativa.

 

Apenas comenzó a cantar, con su voz dulce, cargada de emoción y sentimientos, nos  tocó a los presentes las fibras más íntimas, lo que provocó que se derramara alguna lágrima…  

 

El contenido de la canción era una pintura de lo que eran los zeides de la Europa Oriental, y

como integrante de la generación que no tuvo el privilegio de tener a los abuelos físicamente junto a uno y solamente a través de las cartas que se recibieron hasta que las condiciones de la guerra lo permitieron, sentimos que en el canto de Ana cantaban todos los zeides Z”L” de esa generación.

 

Como estábamos en Shabat, y a pesar del fuerte momento emocional, pasamos (como es costumbre muy judía), al plano del optimismo y alegría sabática, conversando de varios temas hasta avanzada la noche…

 

Esa noche no pudimos dormir como de costumbre, en nuestro corazón se había adentrado el canto de Ana Z”L”.

 

Realmente fue un Shabat muy especial!!!                            

                                                                                                                                                                                                                                                               

Itzjak Kenloben

 

2008

 

e-mail recibido del Sr. Roberto Girón - México

 

----- Original Message -----

Sent: Tuesday, January 08, 2008 1:01 AM

Subject: Agradecimiento.


 Estimada Rita

Le estoy muy agradecido de haberme contestado el mail que envié a la embajada de Polonia, mil gracias!!

Es una pena haberme enterado del fallecimiento de la señora Anita, pero como usted dice ella aun vive entre nosotros por todo lo que nos dejó.

La felicito por la magnífica información que está en el sitio web de Ana Vinocur.  Realmente me ha impresionado todos los detalles que he encontrado ahí, me gustaría mencionarle que lo que más llamó mi atención fue una carta que le envió Leslie Meza de México, a mi me sucedió algo similar; yo vi por primera vez el libro SIN TITULO en un vitral de una librería, y me llamó la atención los rostros de los niños. No soy muy afecto a comprar libros pero algo pasó en esa ocasión y lo compré.

Recuerdo que cuando lo comencé a leer quedé totalmente atrapado, al igual que Leslie yo también derramé lágrimas cuando ella perdió a su madre, pero lo que más me dolió fue la pérdida del pequeño Leibush que gracias al sitio web pude conocerlo y también a Ianca Wasik, cuando leí el libro yo tenia 19 años y fue en 1985.  Yo estaba en la universidad y recuerdo lo ansioso que estaba por volver a leer y releer el libro, desafortunadamente yo también perdí el primer libro que compré ya que se lo prestaba y recomendaba a cuanto amigo me encontraba.

Ahora después de haber visto su página web siento como si me estuviera integrando a una familia que la Señora Vinocur formó a lo largo de los años y que seguirá creciendo a través de las generaciones. Estoy seguro que a mis hijos también les causará admiración y entusiasmo la valentía de Ana Vinocur como como yo la vengo sintiendo desde 1985.

Hasta pronto y mil gracias de nuevo por la información que me envió.

Saludos!!

Roberto Girón

Torreón Coahuila, México.

 

Entrevista a Rita Vinocur

Artículo sobre Auschwitz por Ricardo Ayestarán

 

En febrero de 2008, al enterarse del fallecimiento de Ana, el Sr. Juan Luis Villegas Palma envía a Rita copias de originales escritos por Ana

 

2009

e-mail recibido de Adriana Vázquez - Buenos Aires

De: Adriana Vazquez [mailto:rosetta@speedy.com.ar]
Enviado el: Sábado, 11 de Abril de 2009 03:45 p.m.
Para: Rita Vinocur
Asunto: Emotivo

Estimada Rita:

 

Debo confesar que me hiciste emocionar. Mi nombre es Adriana Vázquez, vivo en Carlos Casares, Pcia. de Buenos Aires, tengo 56 años.

Estaba buscando unas fotos en Internet, cuando de pronto di con tu página y, como el apellido Vinocur es conocido en mi pueblo por haber vivido aquí gente con el mismo apellido hace muchos años (Adolfo Vinocur), me interesó ver de qué se trataba. Casi sin darme cuenta, comencé a leer la historia de tu madre y no paré hasta el final, mirando cada una de las fotos detenidamente.

No conocía a tu madre, pero describes tan claramente todo lo que le sucedió y cómo siguió adelante en su vida, consiguiendo en el trabajo y en su vida personal tantos logros, que me has hecho conmover.

Gracias, Rita.

 Lo mejor para vos y tu familia, siempre.

 Adriana Vázquez. 

 

e-mail recibido de Ivonne - México

Hola buenas tardes mi nombre es Ivonne y soy de la ciudad de Oaxaca México.

Lo único que quiero decirle es que la admiro muchísimo ya que en alguna ocasión leí su libro "Sin Título" y me pareció fenomenal y que por más que lo he tratado de conseguir no he podido tenerlo.  Ese que leí me lo prestaron ya hace como más de 15 años.

Bueno ojalá vea mi mensaje, le envió millones de bendiciones que Dios la conserve todavía unos años más .

 

2010

De: Jorge Peñaloza
Enviado el: Martes, 17 de Agosto de 2010 10:23 p.m.
Para: rivin@movinet.com.uy
Asunto: Con un profundo sentimiento de solidaridad...
 

Buenas noches, ante todo quiero desearte la mayor de las felicidades y toda la paz del mundo, aunque soy católico me tomo la licencia de escribirte Shalom...  No se lo que realmente me motiva a escribirte este mensaje.  Por casualidad estaba hurgando en la red y conseguí la página de tu difunta madre, de inmediato me remonté hacia mi pasado ya que hace algunos años tuve el privilegio de leer "Sin Titulo".

He sido aficionado a la lectura desde siempre.  En particular el tema de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto me han atraído por las implicaciones tanto históricas como humanas de esos abominables sucesos de los cuales la humanidad no debe olvidarse y de los cuales tenemos la obligación como seres humanos de recordar y denunciar cualquier germen de racismo, antisemitismo o como pueda llamarse alguna nueva corriente de pensamiento que atente contra el derecho de cualquier cultura o etnia a existir y ser respetada.

En la obra testimonial de tu madre encuentro mucha de la fuerza para seguir en determinados momentos de mi vida, respetando las distancias, encuentro que el coraje de tu madre para sobreponerse y sobrevivir a las horribles condiciones del campo de exterminio y más adelante poder continuar con su vida siendo productiva a la sociedad y sin permitirse ser consumida por el odio que con toda lógica tenía derecho a sentir.  Es digna de admiración, las situaciones relatadas por las cuales tuvo que pasar tu madre son muestra de la inmensa estupidez humana y de lo que puede hacer el poder ejercido por un desquiciado, pero también es una lección de vida, es un testimonio de amor y de fe que me ha impulsado a no dejarme vencer nunca.

Aunque al igual que una lectora mexicana, hace tiempo por distintas circunstancias extravié el ejemplar que tenia de la obra, las enseñanzas de la misma no se han despegado de mi corazón y se que nunca lo harán.


Lamentablemente tu madre falleció antes de que yo conociera la dirección de la página mediante la cual quizás hubiera podido ponerme en contacto con ella.  Quisiera hacerle llegar a toda la familia, a través de ti, todo el afecto que profeso a quien fue capaz de vencer los obstáculos que enfrentó y que además se ha convertido en una maestra de vida para mi, te repito que las enseñanzas aprendidas de ella me acompañarán toda mi vida.

Me despido por ahora, no sin antes ofrecer disculpas por la familiaridad que usé en mi carta pero no puedo expresarme de otra manera, sencillamente me siento muy cercano a tu familia y a quienes como ustedes debieron enfrentar la ignominia o perdieron seres queridos durante ese negro periodo de tiempo. Al igual que al inicio solo puedo decir Shalom...

 

 

 

Angel Villafán envía un cálido saludo de año nuevo recordando a los hermanos Ana y Enrique Benkel

Saludo

 

2011

El 13 de enero de 2011, el Semanario Hebreo publicó:

 

De: oscar ruguerio [mailto:oscarruguerio@hotmail.com]
Enviado el: Sábado, 09 de Julio de 2011 12:02 a.m.
Para: rivin@movinet.com.uy
Asunto: gracias ana vinocur

Recuerdo un día  en  casa de unas amigas, estaba aburrido y no sabía cómo despedirme.  En eso vi sobre su cama un libro, sin mucha importancia, decía la portada "SIN TITULO".  Lo tomé y sin mucho interés lo empecé a leer...  Después de la segunda página ya no pude dejar de leerlo.  Le pregunté a una de mis amigas que donde lo habían conseguido, me respondió que en un bazar, que lo habían comprado porque no habían encontrado nada interesante y así lo compraron para no salir con las manos vacías.  Le dije que si me lo podía quedar, me respondió que si.

Esa noche no recuerdo a que hora me dormí leyendo el libro, pero sí recuerdo que esa noche soñé con lo que estaba leyendo.  Se me hacía increíble y a la vez eso me obligó a conseguir más libros relacionados con el tema.  Actualmente ya perdí la cuenta de cuántos libros he leído.

Me da mucho gusto que haya gente que comparta sus vivencias con gente de las generaciones actuales para que no olvidemos el Holocausto y no permitamos que se vuelva a repetir JAMÁS DE LOS JAMASES...

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