Escuela "Ana Vinocur"

Con emoción que va mucho más allá de las palabras, los familiares y amigos de Ana escuchamos el 30 de enero en el Parlamento, en el marco de la ceremonia que se llevó a cabo por el Día Internacional de Recordatorio de las Víctimas del Holocusto, la moción de que a una Escuela Pública se le diera el nombre de "Ana Vinocur"

Mocionamos para que la Comisión Permanente, reunida en sesión extraordinaria en el día de la fecha a los efectos de realizar un homenaje y recordatorio del Parlamento Nacional al Día Internacional de Conmemoración Anual en memoria de las víctimas del Holocausto del Pueblo Judío, remita al Poder Ejecutivo la solicitud de que una Escuela de nuestro país sea designada con el nombre “Ana Vinocur”, en homenaje a Ana Benkel de Vinocur, sobreviviente del campo de concentración y exterminio de Auschwitz, escritora, cantante, amante de la vida.

Se fundamenta esta propuesta en los altos valores que representa esta persona. Los niños educados en una Escuela con el nombre “Ana Vinocur” tendrán una guía y un ejemplo para ir construyendo una identidad basada en la búsqueda permanente de la paz, la verdad, la memoria, un nunca más al horror de la guerra y por un mundo donde la vigencia de los derechos humanos sea el norte."

¡Qué mejor manera de honrar la vida de una incansable luchadora por la educación, quien testimonió en Montevideo y en el interior del país, en tantos centros educativos y que siempre estuvo rodeada y admirada por los estudiantes a quienes llegaba directo al corazón!

El Senado y la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, reunidos en Asamblea General, Decretan:

Desígnase “Ana Vinocur” la Escuela Nº 359 del departamento de Montevideo, dependiente del Consejo de Educación Primaria, Administración Nacional de Educación Pública.

Sala de Sesiones de la Cámara de Senadores, en Montevideo, a 7 de julio de 2009.

Cúmplase, acúsese recibo, comuníquese, publíquese e insértese en el Registro Nacional de Leyes y Decretos, la Ley por la que se designa “Ana Vinocur” la Escuela Nº 359 del departamento de Montevideo, dependiente del Consejo de Educación Primaria, Administración Nacional de Educación Pública

Querida Teacher: Qué alegría me causó al abrir el Diario Oficial y ver la ley 18.521 que le da el nombre de ANA VINOCUR a la escuela Nª 359 de Montevideo! Me imagino la emoción de toda la familia. Un abrazo especial Santiago

Desde hoy, la escuela N° 359 de Montevideo pasará a llamarse Ana Vinocur, sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz y Stuthoff, quien dedicó su vida a transmitir sus experiencias durante el Holocausto en centros educativos y medios de comunicación.

"Fue durante décadas una de las principales voces de los sobrevivientes y un símbolo de optimismo a pesar de lo vivido", señaló el Centro Recordatorio del Holocausto. "Dar su nombre a una escuela es una distinción extraordinaria que dará trascendencia a su mensaje por generaciones", agregó la institución en un comunicado.

Vinocur publicó tres libros autobiográficos: "Un libro sin título", "Luces y sombras después de Auschwitz" y "Volver a vivir después de Auschwitz". El primero obtuvo un premio literario en 1972 y se convirtió en best seller. Además, fue traducido al inglés. El tercero fue editado por el Ministerio de Educación y Cultura.

La nominación de una escuela con su nombre fue propuesta por la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura y aprobada por unanimidad por el Parlamento.

"Fue recluida por los nazis primero, junto a su familia, en el ghetto de Lodz, luego en Auschwitz y finalmente en Stuthoff. Culminada la Segunda Guerra Mundial, con 18 años de edad y enferma de tuberculosis fue liberada", resumió la Dirección de Derechos Humanos del MEC en la misiva enviada al Parlamento.

"Los niños educados en una escuela con el nombre de `Ana Vinocur` tendrán una guía e irán construyendo una identidad en la búsqueda permanente de la paz, la verdad, la memoria y un nunca más horror de guerra donde la vigencia de los derechos humanos sea el Norte", expresaron en la nota publicada en la web www.anavinocur.com, donde hay información sobre distintos aspectos de la vida de Vinocur.

El acto oficial se efectuará hoy a las 10 horas en la escuela, ubicada en Camino Maldonado 5912, en el barrio Bella Italia.

"Siempre tuve presente que los que sobrevivimos a la hecatombe nazi tenemos el deber de narrar nuestra historia. Es un triste recuerdo o terrible pesadilla, pero es necesario relatarlo para que las futuras generaciones no permitan que esto se repita nunca más", señaló Ana Vinocur cuando asumió en 1987 la Secretaría General del Centro Recordatorio del Holocausto en Uruguay.

“Para colmarme en la vida, para llenarme de luz, imitando a mi bandera me voy a la escuela de blanco y azul”

El nombre de la Escuela, hace a la identidad de la misma. El orgullo del alumno por su “patrón o patrona” es parte de su formación académica. Aún más es parte de su identidad. Cuando a la escuela se va de túnica y moño azul (el uniforme más lindo del mundo) la persona que honra, es más importante aún. Porque el nombre a la escuelita, se lo ha puesto la comunidad nacional, sin consideraciones políticas, ni religiosas. El Poder Legislativo DECRETA, el Presidente promulga y los niños lo reciben como un referente en los valores que incorpora a su vida.

Desde el martes Ana Vinocur, tiene una escuela que lleva su nombre. Muy importante. Merecido reconocimiento. Pero la inversa es mucho más trascendente: desde el martes la escuela pública de Camino Maldonado 5912, se llama Ana Vinocur. Sus alumnos tienen una madrina moral que velará por ellos. Y esa vida que se apagó hace tan poco y que fue luz radiante hasta el último momento en esta tierra, seguirá iluminando. A los más necesitados, a los que van a instruirse en la búsqueda de la luz, la enseñanza y la moral.

Sin duda D”s tiene sus extraños caminos… sin duda. Ana dejó por escrito su legado. El libro se llama: SIN TITULO. Y la escuela hoy se llama CON NOMBRE. Se pudo llamar así la escuela, Sin Nombre, o Ana Vinkel, o solo Ana… No es el nombre si no el espíritu de Ana que hoy ha ingresado al nomenclátor escolar.

“Siempre tuve presente que los que sobrevivimos a la hecatombe nazi tenemos el deber de narrar nuestra historia. Es un triste recuerdo o terrible pesadilla, pero es necesario relatarlo para que las futuras generaciones no permitan que esto se repita jamás. Lo que narro en "Un libro sin título" es verídico y está escrito con total sinceridad...” Y lo que hizo en vida porque resucite el amor en la tierra, fue verídico y con total sinceridad. Y los que vivan de su ejemplo los alumnos será la conjugación más importante de valores de la vida, en forma veraz y sincera.

No quedará de nosotros ni el polvo de nuestro huesos y habrá en la escuela Ana Vinocur alumnos brevando su ejemplo y ciudadanos en todos los rincones de la Patria que, habiendo pasado por aquellas aulas vivan y transmitan el ejemplo de su Bendita Memoria.

Me hubiera agradado enormemente haber estado presente en la tan anhelada inauguración de la escuela Ana Vinocur.

Sería para mi un honor estar allí pues este evento es la culminación de la obra de Ana quien llevó una vida llena de altruismo y humildad tras un legado que debes y debemos continuar.

Hubiera sido muy bueno tener la oportunidad de dejar mi muy humilde testimonio sobretodo a los jóvenes para de esa manera dar muestra de que en la vida no importa a que estratos sociales pertenezcamos ya que puedo decir con propiedad que todos, tenemos igualdad de oportunidades en la vida.

Solo hay que ser vigilantes y tomar esas oportunidades que están ahí a nuestros pies.

Hablaría de mi niñez en un hogar sustituto del Consejo del Niño por ser huérfano y a su vez contar a estos jóvenes como llegué a conocer a Ana y a través de su ejemplo aprender a tomar lo que la vida nos da y utilizarlo siempre para bien y en pos de crecer como seres humanos, Ana me enseño que cuando la vida parece que se ensaña con nosotros y nos muestra su cara mas dura y cruel, no debemos desalentarnos las experiencias duras son las que templan nuestro espíritu.

Si me preguntaras que admiraba de Ana: sin duda alguna te diría que después de todos los horrores que vivió, NUNCA Jamás!!Escuche de sus labios una palabra de odio hacia el pueblo Alemán.

Pero si una voz valiente dando testimonio para que AQUEL HORROR DEL HOLOCAUSTO NUNCA SE REPITA PARA NINGUN PUEBLO DEL MUNDO.

Y volviendo a lo que seria mi mensaje a los jóvenes desde mi humilde niñez jamás habría soñado tener la oportunidad de conocer y tratar a un ser tan entrañable y maravilloso y aprender a querer a toda una familia que me recibió como un hijo más

Aun no siendo yo judío y llevar con orgullo en el pecho las horas que Ana dedico a enseñarme canciones en hebreo e Yiddish y a su vez llegar a interpretar aquellas canciones del tan querido tío Enrique Benkel otro ser que también llevo en mi corazón.

Lamento no poder dejar este humilde mensaje a los jóvenes que cursaran por esa escuela y decirles que un humilde uruguayo un día fue tocado por la mano de Jehová

Para conocer a una maravillosa persona y una gran familia que tú sabes siempre están en mi corazón.

Estoy feliz por este merecido homenaje al que me sumo para una mujer excepcional y como alguna vez te dije llevas mucho de ella.

SU AUSENCIA NO NOS DEJÓ UN VACÍO, NOS DEJÓ UN LEGADO A SEGUIR, ESTAR SIEMPRE VIGILANTES Y DE OJOS BIEN ABIERTOS PARA QUE ¡NUNCA MÁS HOLOCAUSTO!

Embajador del Estado de Israel, Vicecónsul Embajada de Alemania, Autoridades, sobrevivientes del Holocausto, niños, público en general, buenos días.

Como hija de Ana Vinocur, bendita sea su memoria, escritora, cantante, amante de la vida, quien sobrevivió el ghetto de Lodz y campos de concentración y exterminio de Auschwitz y Stuthoff, tengo la misión de expresar los sentimientos de la familia, ante este impresionante acontecimiento, la designación de una Escuela con el nombre de Ana Vinocur.

Durante días intenté sentarme a escribir en la computadora lo que iba a decirles y lo dilataba… y cada vez me parecía más difícil. Y finalmente ayer me di cuenta que era imposible lograr expresar todo el sentimiento de la familia y plasmarlo en un papel y transmitir la emoción impresionante que sentimos, porque no cabe en el corazón… en el cuerpo… ni en el alma… cómo va a caber en este papel….

Hice lo mejor que pude, intentaré decir algo de los sentimientos de la familia, los de los amigos del alma, y por supuesto el de los sobrevivientes que nos expresaron cuán orgullosos se sienten de verse así representados. Porque una Escuela que tome el nombre de una sobreviviente del Holocausto implica un homenaje a todos los sobrevivientes, y por supuesto, también a los 6.000.000 que no sobrevivieron, para que el Holocausto no se olvide, y no se vuelva a repetir.

Ella vivió en el infierno castigada por el nazismo, sólo por ser judía. Y a pesar de eso se convirtió en un ser de luz, en una fuerza de la naturaleza, nunca nos inculcó el odio, sino el amor, que se transmitía no sólo con sus palabras sino con su mirada, su sonrisa y su voz. Que estará aquí en la Escuela porque les brindaremos sus imágenes, sus canciones y poco a poco cada ladrillo del edificio de esta escuela se impregnará del espíritu indomable de Ana Vinocur.

Un niño de segundo año de esta escuela me hizo esta pregunta hace unas semanas: tu mamá a pesar de todo lo que sufrió, ¿pudo ser feliz? Sí, le contesté, por supuesto nunca olvidó la familia que había perdido. Pero logró como siempre lo soñaba cuando estaba en los campos de concentración, formar una familia a semejanza de la que había tenido en Europa y seguir adelante, con optimismo, fortaleza espiritual y pudo ser feliz.

Pero hoy tenemos la presencia viva de muchos integrantes de su familia en esta escuela, mi hermano Víctor Vinocur, y de tres de sus cuatro nietas Natalia, Sharon e Ilana. Y está la cuarta que vive en Israel Ronit, con mi cuñada Adela, y quien les habla. También necesito mencionar a algunos que no están más pero siguen en nuestro corazón y estarían tan orgullosos hoy, y la amaban tanto: mi padre, Alberto Vinocur, su hermano Enrique Benkel, el único miembro de su familia que además de ella sobrevivió al Holocausto, y mi esposo, León Haim, fallecido hace muy poco, que la amó como a una madre, benditas sean sus memorias. Ella escribió libros autobiográficos,…. trabajó incansablemente por el Centro Recordatorio del Holocausto y su Museo del Holocausto en Uruguay. Cuántas charlas en Liceos, Universidades, centros de estudio, conferencias, entrevistas en diarios, radios, televisión durante décadas….Fue cantante. Qué manera de honrar la vida.

Y ahora con su nombre en la Escuela Nº 359 es como renacer, perdurar, plantar semillas en la memoria y dejar huellas con amor.

Su luz que aquí nunca se apagará, será como un faro para los amantes de la justicia, la dignidad y la libertad.

El pasado martes 10 de noviembre, tuvo lugar en la Escuela Pública No. 359, ubicada en Camino Maldonado 5912, en el popular y bien poblado barrio Bella Italia de Montevideo, el acto oficial de denominación, en cumplimiento de la Ley No. 18521 y de la Resolución del 15 de octubre del presente año del Consejo de Enseñanza Inicial y Primaria, por los cuales pasó a denominarse la mencionada escuela con el nombre de nuestra querida e inolvidable Ana Vinocur, sobreviviente de los Campos de Concentración de Auschwitz y Stuthoff.

La ley No. 18521 fue aprobada por la Asamblea General del Parlamento en el año corriente, a propuesta de la Dirección Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura. El acto central se llevó a cabo en el patio al aire libre de la sede escolar rodeado de una gran cantidad de padres de alumnos, de exalumnos, de vecinos de la Escuela y del barrio, y de la Comisión de Fomento Escolar, como asimismo, de cantidad de integrantes de la colectividad judía del Uruguay.

Entre el público presente pudo apreciarse la presencia en representación del Consejo de Educación Inicial y Primaria del Consejero de Educación Primaria Mtro. Oscar Gómez, la Coordinadora de Inspección de Tiempo Completo y Contexto Socio Cultural Crítico, Mtra. Ana Ma. Carballo, la Mtra. Inspectora de Zona Graciela Beloqui, la Mtra. Inspectora de Educación Inicial Lucía Bianchesi, el Sub-Director Departamento de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura, Profesor Oscar Destouet, la Directora de DD.HH. del Ministerio de Educación y Cultura Dra. Elena Martinez, la Inspectora Departamental Mtra. Luisa Ayersa, como asimismo, vimos la presencia del Señor Embajador de Israel ante el gobierno uruguayo Dori Goren, de un Representante de la Embajada de Alemania en el Uruguay, del Presidente del C.C.Israelita, Cr. Marcos Israel, del Presidente de Honor de OSU, don Bernardo Olesker, del Rabino Eliézer Shemtov, de Autoridades y Activistas del Consejo Uruguayo de Mujeres Judías, de autoridades del Centro Recordatorio del Holocausto en Uruguay, del Director Prof. Tornaría y Profesores del Instituto Integral – Ariel Hebreo - Uruguayo , de un Representante de la Univ. ORT,de los hijos de Ana Vinocur, Víctor - llegado de Israel - y Rita, junto a demás familiares de la homenajeada.

Debidamente formados, se encontraban los alumnos de la Escuela y alumnos y abanderados de la EIHU-IAHU, como asimismo, sus Maestras y Profesores. Entre el público presente pudimos apreciar la presencia de una delegación de Cadetes de la vecina Escuela Nacional de Policía.En el gran patio al aire libre lucía un gran cartel que decía:

A la hora indicada, la animadora del acto, la Mtra. Natalia Ben, anunció el ingreso al patio de los abanderados de la Escuela y una vez instalados éstos se entonó por parte de alumnos y público presente el Himno Nacional uruguayo.

Hizo uso de la palabra la Directora de la Esc. No. 359, Mtra. Vilma García, quien dijo que “es con gran regocijo, que después de casi 10 años de existencia, a nuestra escuela se le da un nombre. Qué honor, para toda la comunidad educativa, que sea nominada con el nombre de una personalidad tan destacada, como lo fue, y aún lo es, Ana Vinocur.”

“Si quisiéramos identificarla con determinados símbolos, podrían ser éstos: un corazón por el amor que brindó a la humanidad. Una paloma, por ser una constante luchadora por la paz”. Y terminó expresando: “Brindemos por la vida, por toda la comunidad educativa, para que siga los valores que Ana Vinocur nos legó.”

Siguieron las hermosas disertaciones referidas al acontecimiento y a la personalidad de Ana Vinocur por parte del Sub-Director de los DDHH del MEC, Prof. Oscar Destouet, del Presidente del Comité C. Israelita del Uruguay, Cr. Marcos Israel, que hizo el “relato de una pequeña historia personal…” con respecto a la homenajeada y terminó diciendo que “fue un ejemplo de vitalidad y de amor a la vida y de revelar cosas, muy difíciles de olvidar”, de la Directora de DDHH del MEC María Elena Martínez quien destacó que “los niños que a partir de ahora egresen de esta Escuela van a ser siempre alumnos de la Escuela Ana Vinocur”.

El acto continuó con la intervención de la hija de Ana Vinocur, la Prof. Rita Vinocur que pronunció un muy emocionado discurso que comenzó diciendo “Imposible expresar lo que tengo en mi corazón” y en el homenaje a mi madre “ se reconoce a todos los sobrevivientes y a lo que no sobrevivieron”, y terminó diciendo que “en esta Escuela es, como si ella volviera a sobrevivir. Será un faro para la justicia y la dignidad”.

Siguió la disertación del Vice-Presidente del Centro Recordatorio del Holocausto, Licenciado Rafael Winter quien expresó palabras muy emotivas y elocuentes sobre el significado del homenaje que se le estaba haciendo a Ana Vinocur, diciendo que “una bendición significa un agradecimiento y que este acto marca un hecho sin precedentes”.

Se leyeron telegramas recibidos de distintos orígenes y, entre ellos, el del Sub-Secretario del MEC de Uruguay, Dr. Rafael Michelini.

Seguidamente hizo uso de la palabra el Señor Embajador de Israel, Dori Goren quien leyó, además, una carta enviada desde “Yad Vashem”, en Jerusalem y firmada por su Presidente. Los alumnos de la Escuela demostraron su disfrute al cantar y bailar la canción dramatizada “La variedad” de Mariana Ingold y la canción “Fragilidad” de Sting.

Cincuenta alumnos de la EIHU-IAHU, representaron una coreografía sobre la salida del pueblo judío de Egipto que fue muy aplaudida por el público. La nieta de Ana Vinocur, Sharon Vinocur, rindió homenaje a su abuela cantando “Honrar la Vida” de Eladia Blázquez.

Finalmente se hizo entrega a la Escuela, por parte de los hijos y nietos de Ana, de una gran fotografía de la homenajeada y de uno de sus libros. Lo mismo hizo el representante de la Univ. ORT, que donó una serie de libros editados por esa alta Casa de Estudios y del Consejo Uruguayos de Mujeres Judías que donaron cantidad de libros y juguetes.

El Consejero de CEIP Oscar Gomez, finalizando la parte oratoria, hace uso de la palabra. Cinco alumnos de la Esc. Integral Hebreo – Uruguaya contaron algo de la vida de Ana Vinocur y, mientras se escucha una grabación de Ana Vinocur, cantando ella misma en ritmo de tango, en idioma idish, la canción “Amor”, se despide a los abanderados con un fuerte aplauso.

El acto culminó en el hall de entrada de la Escuela, a partir de entonces denominada Ana Vinocur, con el descubrimiento de una placa de bronce donde se destaca que, en la fecha, esa Esc. No. 359 pasó a denominarse “Ana Vinocur” y se expuso la gran fotografía de la homenajeada que donaron sus hijos y nietos.

Frente a la placa con el nombre Ana Vinocur, aparecen la Directora Vilma García, acompañada de una de las maestras y de Rita y Víctor Vinocur, hijos de Ana (z”l)

Rita y Víctor Vinocur, los hijos de Ana (Z”L), junto a una fotografía de su madre que fue colocada en la escuela que ahora lleva su nombre, acompañados de las nietas de la homenajeada, Ilana, Naty y Sharon

Alumnos de la escuela “Ana Vinocur” y de la escuela EIHU-IAHU, frente al cartel con el lema central del acto: “Sólo una raza, la gran raza humana”.

En la mañana de hoy la escuela Nº 359 de Montevideo tiene nombre. Se denominó oficialmente Ana Vinocur, sobreviviente de la Shoá. Queda en el barrio Bella Italia, una humilde localidad del noreste de nuestra ciudad. Concurren niños de padres trabajadores y también de algunos desocupados, según las encuestas. Hoy fueron acompañados por sus padres y todos fueron vestidos de fiesta.

Abarrotada de padres, vecinos, autoridades de la enseñanza pública y de centros educativos, amigos y familiares de Ana, embajador de Israel en Uruguay, representante diplomático de Alemania, directora de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura, el Rabino Shemtov y otras autoridades de la comunidad judía del Uruguay la fiesta de nominación tuvo dos protagonistas principales, en primer lugar los niños, y estos rodeados por varios sobrevivientes que con sus años, sus penas y alegrías, vibraron en este reconocimiento que también fue a todos/as ellos.

Luego de casi dos años de trámites, primero en la Inspección de Educación Primaria, luego en el Parlamento, de la Cámara de Diputados a la de Senadores una y otra vez hasta cumplir con todos los estrictos requerimientos burocráticos que exige la ley uruguaya para denominar una escuela pública llegó el gran día. El pasado 15 de julio el Presidente Tabaré Vázquez homologó la ley Nº 18.521.

Fue iniciativa de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura y contó rápidamente con el apoyo de su hija Rita Vinocur y su familia así como de las autoridades de la comunidad judía. Como no podía ser de otra manera todo el abanico político acompañó la propuesta. Ana se lo merecía.

Tuve el privilegio de compartir la oratoria junto a la Directora de la Escuela Mtra. Vilma García, al Cr. Marcos Israel Presidente del CCIU, Lic. Rafael Winter vicepresidente del Centro Recordatorio del Holocausto, al Embajador de Israel en Uruguay Dori Goren quien leyó un mensaje enviado desde Yad Vashem, al Consejero de Educación Inicial y Primaria Mtro. Oscar Gómez y con la hija de Ana, Rita Vinocur quien habló en representación de la familia.

Todo el acto se desarrolló bajo la consigna “Solo una raza, la gran raza humana” que recoge una frase de la canción de Mariana Ingold que en su estribillo dice:

Los niños de la escuela Ana Vinocur nos brindaron sus canciones y bailes, y aplaudieron a los niños de la escuela Integral Ariel Hebreo Uruguaya quien representaron escenas de la salida de Egipto. Al finalizar el acto y luego que Víctor, el hijo de Ana que vino desde Israel y la Directora de la Escuela descubrieran una placa, los niños nos regalaron un marcador y dulces elaborados por la comisión de madres.

Un nombre en una escuela no representa ni a un vivo ni a muerto, es un sitio de memoria que con el tiempo puede transformarse en un sitio de conciencia que nos interpele, nos cuestione, que nos auxilie a pensar. Este nombre puede ser punto de partida de debates y aprendizajes, de nuevos abordajes sobre el presente. Será un referente ético que se sumará a otros que ya circulan por las aulas. La Escuela se hermana con las escuelas Ana Frank, Julio Castro y Elena Quinteros quienes vivieron el horror y murieron en él.

Los educandos en la Escuela Ana Vinocur tendrán una guía e irán construyendo una identidad basada en la búsqueda permanente de la paz, la verdad, la memoria y un nunca más horror de guerra donde la vigencia de los derechos humanos sea el norte.

Hoy los niños de la escuela estarán apuntando sus XO (computadoras portátiles) hacia Yad Vashem para aprender más de lo que le pasó a Ana y conocer a otros que sufrieron lo mismo y compartir, preguntándose por qué y qué podemos hacer para vivir en un mundo de armonía, justicia y libertad.

Ana Vinocur nació en la ciudad de Lodz, Polonia, el 25 de setiembre de 1926, y residió en Uruguay desde 1947. Fue recluida por los nazis junto a su familia en el guetto de Lodz, luego llevada a Auschwitz y finalmente a Stutthof. Con 18 años y padeciendo tuberculosis fue liberada . En 1972 publicó su primer libro testimonial “Un libro sin nombre”, que fue premiado por el Ministerio de Educación y Cultura como la obra literaria del año y tuvo siete ediciones. En 1990 publicó su segundo libro “Luces y sombras después de Auschwitz” y en 1999 “Volver a vivir después de Auschwitz”. Fue cantante y grabó varias obras en idish en Uruguay y en Estados Unidos.

En 1987 asumió la Secretaria General del Centro Recordatorio del Holocausto en Uruguay, “.siempre tuve presente que los sobrevivientes a la hecatombe nazi tenemos el deber de narrar nuestra historia. Es un triste recuerdo o terrible pesadilla, pero es necesario relatarlo para que las futuras generaciones no permitan que esto se repita jamás”.

En la tradición judía, cuando se produce un acontecimiento significativo en nuestro ciclo de vida, acostumbramos a decir una bendición que más que nada constituye un agradecimiento. En la misma agradecemos “por haber podido vivir, existir y llegar a este momento”.

Este momento es ahora, hoy. Este momento señala un hito para toda nuestra sociedad, para la educación de nuestro país, para la escuela pública Nº. 359 que a partir de hoy comienza a llamarse Ana Vinocur. Un hito para la comunidad y nuestra institución, Centro Recordatorio del Holocausto, para los sobrevivientes, los que están y los que ya no están, todos quienes les ganaron a su destino. Un hito para la familia Vinocur.

Este acto marca un hecho prácticamente sin precedentes lo que corrobora, una vez más, las nobles y dignas tradiciones de nuestro país en lo que a educación y valores se refiere. Designar a una escuela con el nombre de un sobreviviente, más allá de que la sobreviviente no se encuentra ya físicamente junto a nosotros, es un ejemplo digno de destacar y realmente motivo de eterno agradecimiento.

Hoy estamos recordando en la persona de Ana Vinocur a una personalidad excepcional. Alguien que pasó por varias de las más terribles experiencias que a un ser humano no le deseamos nunca que pase en su vida. Pasó por lo inimaginable.

Le tocó vivir, si aquello se le podía llamar vivir, los años terribles de la segunda guerra mundial en los cuales ocurrió la tragedia sin parangón en la larga historia del pueblo judío, a la que denominamos “Shoah”, “Holocausto”. Años de horror, la noche más larga y oscura del pueblo judío a lo largo de su historia, pero años en los cuales Ana mantuvo en todo momento su dignidad, esperanza, fe y amor a la vida. Jamás renunció a lo más noble de la condición humana.

Ana sobrevivió. No necesariamente es el haber sobrevivido lo que marca su singularidad: eso pudo haber sido producto de distintos factores: destino, casualidad, Dios, milagro, suerte. Más allá de lo que sin duda, ella misma contribuyó para poder sobrevivir.

Lo que la hace especialmente singular es todo lo que Ana hizo después. Cuando llega a esta bendita tierra y con el paso de los años decidió que había llegado el momento para realizar el objetivo, la misión que la vida le había asignado: contar, transmitir, enseñar.

En sus libros, charlas, encuentros durante décadas, con miles de alumnos de más de un centenar de escuelas, liceos e instituciones formales y no formales, Ana nos enseñó la importancia de la memoria del recuerdo, del no olvido.

También en sus encuentros con universitarios. En dicho contexto recordamos cuando en el desarrollo de un acto en el Paraninfo de la Universidad el público presente se puso de pie para aplaudirla.

Al mismo tiempo, Ana transmitía un mensaje optimista más allá del horror vivido. Y a pesar de lo que le pasó, Ana jamás predicó el odio o el rencor. Sí reclamó por justicia. Jamás por venganza.

En nuestro himno nacional que cantamos hace pocos instantes se menciona la expresión “y heroicos sabremos cumplir”. Ana sobrellevó heroicamente la tragedia que le tocó vivir. Como heroicos fueron también, de más está decir, los demás sobrevivientes y los seis millones cuyas vidas fueron segadas brutalmente por la barbarie nazi y sus cómplices.

Ana supo cumplir con creces la misión que el destino le había encomendado. Para que se sepa lo que pasó. Para que se recuerde y no se olvide. Para que se haga justicia. Como lo dice el mandato bíblico “Justicia, justicia buscarás”.

Para quien pronuncia estas palabras es un regalo del destino el poder expresarlas como así también un enorme privilegio el haberla conocido y haber compartido horas y horas de aprendizaje con ella. En su nombre honramos también a quienes ya no están, a los sobrevivientes que ya no están – su hermano Enrique entre otros – a aquellos que si están y que, hasta los 120 años, tienen aún mucho para dar, testimoniar y relatar.

Culmino con unas palabras que escribe Ana Vinocur en su primer libro, “Un libro sin título”, palabras previas a la introducción en las cuales expresa, textual, lo siguiente: “Siempre tuve presente que los que sobrevivimos a la hecatombe nazi tenemos el gran deber de narrar esta historia. Es un triste recuerdo o terrible pesadilla pero que es necesario relatar para que las futuras generaciones no permitan que esto se repita jamás”.

Y yo agrego: para que las futuras generaciones no permitan que esto vuelva a ocurrirle a ningún pueblo y a ningún país del mundo.

El diplomático se disculpa en nombre del Embajador König, quien le agradecía la invitación al acto en la escuela y se lamentaba por no poder asistir debido a compromisos agendados con anterioridad.

A todos los que estén reunidos para la nominación de la Escuela Ana Vinocur, con gran satisfacción y orgullo nos hemos enterado aquí en Yad Vashem, en Jerusalem, de la nominación de la Escuela "Ana Vinocur" en Montevideo, Uruguay.

Este logro es ante todo y principalmente un testimonio al coraje, a la creatividad y a la energía positiva que la fallecida Ana Benkel de Vinocur personificó de manera única a través de su muy especial vida.

Ana Vinocur ejemplificó el rechazo de los sobrevivientes del Holocausto judío a rendirse a la amargura y a la desesperanza luego de las tremendas tragedias sin precedentes que ellos y su gente sufrieron durante la Segunda Guerra Mundial.

Ella reconstruyó su vida y familia, en su comunidad, y se comprometió con esfuerzos consistentes y con contenido en nombre de la conmemoración y educación del Holocausto.

En Yad Vashem nosotros atesoramos el rol fundamental en el trabajo de Ana para la Soc. Amigos de Yad Vashem en Uruguay, así como también su entusiasmo y profesionalismo en impartir el legado del Holocausto a los niños y educadores en su país.

Su Escuela tiene ahora el privilegio y la responsabilidad de portar el nombre de una gran mujer judía, inspiradora. Ojalá sean bendecidos con la sabiduría y dedicación para aprender, enseñar y vivir de acuerdo a los valores humanitarios que Ana Vinocur extrajo del Holocausto y construir con ellos un futuro mejor para todos sus ciudadanos.

Yad Vashem está a junto a ustedes, mientras toman esta valiosa misión educativa.

¡Qué más gran homenaje para un ser humano! que cuando dentro de cien años un niño del barrio Bella Italia, le pregunte a otro niño:

- ¿A qué escuela vas?

- Yo.... a la Ana Vinocur y vos?

- Yo también. Mañana le preguntaré a la maestra, quién era ella.

Eso es pasar merecidamente a la verdadera eternidad..

Directora de la Escuela: Vilma García, nieta de Ana: Sharon Vinocur, hija de Ana: Rita Vinocur, Alicia Díaz Coordinadora Educativa de Pearson Education y Enrique Morrone Gerente General de Pearson Education. Noviembre de 2010

Enrique Morrone, Gerente General de Pearson Education, acompañado de Alicia Díaz, Consultora Educativa de Pearson Education, fueron a todas las clases de la escuela, acompañados de Sharon y Rita, donando libros de inglés para toda la Escuela.

Muchos de los niños recibían libros de entretenimiento en inglés por primera vez en sus vidas, como por ejemplo "Charlie and the chocolate factory". Pasajes de los libros fueron leídos y actuados en todas las clases, con gran algarabía, emoción y participación de los niños.

Actividad de lectura de cuentos en Escuela Ana Vinocur. Editorial Pearson Education, Gerente General Enrique Morrone, Directora Vilma García la maestra y Rita Vinocur. Diciembre de 2011

En el libro de 6º año de Enseñanza Primaria, se menciona la labor de Ana Vinocur

Artículo publicado por la educacionista Vilma García, directora de la Escuela Ana Vinocur

Wizo Uruguay, institución judía femenina, ha publicado un librillo en el que detallan obras realizadas y en preparación para la Escuela Ana Vinocur.

Recientemente brindaron un concierto bellísimo interpretado por el grupo "An die musik" en el Museo Ralli de Punta del Este, donde anunciaron que se ocuparán de efectuar cerramientos en la Escuela. El año pasado realizaron uno junto a otras instituciones.

El 25 de octubre de 2012 se realizó una plantación de árboles en la Escuela "Ana Vinocur" en homenaje a la Sobreviviente del Holocausto.

En una hermosa mañana, el 25 de Octubre pasado, la Escuela Pública Nº 359 “Ana Vinocur”, del barrio montevideano Bella Italia, se vistió de fiesta para recibir un contingente poco habitual de visitantes. El acto tuvo lugar en la escuela que lleva el nombre de Ana Vinocur y en la ocasión se inauguraron mejoras en la infraestructura y se realizó una plantación de árboles donados por la colectividad judía del Uruguay.

La convocatoria obedecía a rendir un merecido homenaje a la inolvidable Ana a través de la plantación de árboles autóctonos en el patio de la escuela, al tiempo que en Israel el KKL estaba iniciando en simultáneo la plantación de un bosque en su nombre, en el Néguev.

En esta oportunidad también se inauguraron cerramientos donados por WIZO, que al igual que otras instituciones de la comunidad, permanentemente apoyan a esta escuela.

Los alumnos de la escuela deleitaron con bailes y canciones al numeroso público, entre el que se contaban autoridades nacionales y comunitarias, abanderados de los colegios judíos y padres de alumnos. El Himno Nacional fue interpretado por la Banda Policial. Los alumnos de 6º tocaron la flauta. Segundo año contagió alegría bailando Rikudei-am (bailes folklóricos israelíes). La Kehilá contrató una Morá (profesora) para enseñarles. Esto fue una prueba incuestionable de que la música es universal y trasciende el idioma.

Recientemente, el KKL comenzó a apoyar a esta escuela con clases sobre cuidado del Medio Ambiente, tal como viene haciendo desde el año pasado en las instituciones educativas judías. La Directora, Maestra Vilma García, recibió una placa conmemorativa y agradeció el apoyo de toda la Comunidad Judía.

Asimismo se entregaron alimentos donados por las familias de los alumnos de la escuela, destinados a las canastas que Wizo entrega mensualmente a familias necesitadas de la comunidad, bajo el lema “La solidaridad es un camino de ida y vuelta”.

En el acto el Ministro de Educación y Cultura, Dr. Ricardo Ehrlich, plantó un Ceibo Blanco. El Embajador de Israel, Dori Goren, ayudó a plantar un Ibirapitá, el árbol de Artigas. El Presidente del partido Independiente, Lic. Pablo Mieres, y la Presidenta de Wizo Uruguay, Sra. Raquel Szwedski, disfrutaron con los chicos plantando Anacahuitas. El Presidente de COSLA, el argentino Carlos Frauman, viajó desde Buenos Aires y puso manos a la obra. El ex- Senador Ing. Ruperto Long, Premio Jerusalem 2012, opinó que ha plantado tantos árboles en Israel que debería tener su propio bosque. Pero esa era la primera vez que plantaba en Uruguay.

Rita Vinocur estuvo presente junto a sus hijas, su hermano Victor, que llegó especialmente de Israel con su esposa y su tía. Los hermanos Vinocur plantaron un árbol en homenaje a su mamá junto a Oscar Destouet, quien en su momento tuvo la idea de darle a la escuela el nombre que hoy tiene, homenajeando la vida de Ana Vinocur.

Plantación de Árboles en la Escuela Pública Nº 359 "Ana Vinocur", organizado por Keren Kayemet y Wizo

En el día de ayer se realizó una plantación de árboles en la Escuela Pública Nº 359 - "Ana Vinocur" organizada por el Keren Kayemet L´Israel y Wizo Uruguay en homenaje a la Sobreviviente del Holocausto Ana Vinocur.

En el evento la presidenta del Keren Kayemet L´Israel, Arq. Nadine Hakas realizó un discurso para los presentes. También la directora de la escuela anfitriona Maestra Vilma García emocionó a todos con sus palabras.

El acto tuvo lugar en el local de la escuela mencionada, que lleva el nombre de Ana Vinocur, y en la ocasión se inauguraron mejoras en la infraestructura y se realizó una plantación de árboles donados por la colectividad judía del Uruguay.

Familiares de la Sra. Ana Vinocur, entre ellos sus hijos Rita y Víctor, y sus nietas Ilana y Natalia

Discurso pronunciado por la Presidenta del Keren ayemet L´Israel, Arq. Nadine Haka

Sr. Ministro de Educación y Cultura, Dr. Ricardo Ehrlich; Exmo. Embajador del Estado de Israel, Sr. Dori Goren; Ministro del Tribunal de Cuentas y Premio Jerusalem 2012, Ing. Ruperto Long; Presidente del Partido Independiente, Lic. Pablo Mieres; Presidente de COSLA, Sr Carlos Frauman, llegado ayer desde Bs.As.; Miembro del Ejecutivo Sionista Mundial, Dr. Gerardo stuczynski; familiares de la Sra. Ana Vinocur, entre ellos sus hijos Rita y Víctor (que vino desde Israel), y sus nietas Ilana y Natalia; Directora de la escuela anfitriona, Maestra Vilma García; autoridades de la enseñanza, dirigentes comunitarios, Presidenta y javerot de Wizo Uruguay, amigos del Centro Recordatorio del Holocausto, abanderados de los colegios judíos, queridos alumnos y padres de la escuela Ana Vinocur, compañeros del KKL Uruguay, Banda Policial que hoy nos acompaña, amigas y amigos.

En Israel existen cuatro bosques plantados por KKL en nombre de Uruguay; los Bosques Rep. Oriental del Uruguay y José G. Artigas, ambos en las afueras de Jerusalem, se plantaron a fines de la década del ´60 y principios de los ´70; los Bosques Juana de Ibarbourou en la Galilea, y de a Amistad Uruguay-Israel próximo a Jerusalem, fueron inaugurados respectivamente por los presidentes Lacalle y Sanguinetti. Todo esto habla de la larga y profunda amistad entre ambos pueblos. Hoy queremos anunciar que mientras estamos aquí reunidos, en Israel se comenzó a plantar un 5º Bosque, que llevará el nombre de Ana Vinocur, sobreviviente del Holocausto, uruguaya por elección, como homenaje a su obra y su legado.

Yo tengo hijos de la edad que tenía Ana cuándo tuvo que soportar las manifestaciones más atroces de la maldad humana; leyendo su biografía y sus libros, y recordando sus conferencias, no puedo evitar pensar que Ana transcurrió su adolescencia no como sería normal, estudiando, discutiendo con sus padres, tal vez conociendo por primera vez el amor, sino separada brutalmente de todos sus seres queridos, sufriendo malos tratos extremos, hambre, frío, en los campos de concentración.

Por eso es admirable que, llegada a Uruguay después de la Guerra, Ana dedicara su vida a dar a conocer lo sucedido. Terminada la terrible pesadilla que dejó 6 millones de judíos asesinados por el sólo hecho de serlo, entre ellos 1,5 millones de niños como ella y aún bebés, hubiera sido muy comprensible que Ana enterrara esos horrores en algún rincón de su mente, que según los psicoanalistas es el mecanismo natural que tenemos los ser humanos para defendernos de recuerdos traumáticos. Sin embargo, sin dejar de formar una hermosa familia, Ana Benkel de V. perseveró en la tarea de no permitir que las dolorosas experiencias suyas y de tantísimos otros cayeran en el olvido, entendiendo que la única manera de evitar que se repita un genocidio es educando a las nuevas generaciones en la necesidad de aceptar las diferencias y respetar la libertad. Porque si bien, por su magnitud y características, la Shoá marca un espantoso record, no fue el primer ni el último genocidio: recordemos como ejemplos la tragedia previa de los armenios o la más reciente de Darfour. Incluso aquí en Uruguay fueron exterminados los charrúas.

El estudio del Holocausto Judío debería incluirse en los programas educativos de todos los países, incluído el nuestro, porque mientras no se eduque para entender el proceso que llevó al deterioro moral del pueblo alemán, considerado en la cúspide de la civilización y la cultura (y sus cómplices de otros países), que culminó con el asesinato en masa, mientras se ignoren o peor aún se nieguen los hechos, está abonado el terreno para que la historia se repita una y otra vez, con infinitas variantes.

El Bosque Ana Vinocur se plantará al sur de Israel, en el desierto del Néguev, y este emplazamiento no es casual: en medio de la aridez, que bien podría representar la desesperanza y la muerte, en breve crecerán 10.000 retoños, vida, frágil y tímida al principio pero –con el amoroso cuidado de los técnicos del KKL- destinada a imponerse. Por algo el color de la esperanza es el verde, y además, en la tradición judía el árbol simboliza la vida del hombre, que debe tener fuertes raíces para nutrirse de su historia y tradiciones, pero elevarse hacia el cielo para dar sus mejores frutos.

El martes 21 de octubre del corriente fui invitada a un evento que si tuviera que describir con lo primero que me viene a la mente diría: creatividad, frescura, alegría y esperanzas.

¿Por qué? Se llevó a cabo la entrega de premios del Certamen Interescolar organizado desde hace muchos años con mucho amor por Maruja Pérez en representación del Capítulo Hatikva de la B’nai B’rith y dirigido con soltura por Mónica Barszcz e Ilana Lamstein. Los trabajos que los niños presentaron fueron conmovedores, impresionantes.

El tema planteado era en sí mismo impresionante: “Cuando pienso diferente que el otro”. Felicitaciones a quien lo haya propuesto dado que hizo reflexionar a los niños sobre un tema imprescindible hoy, ayer y siempre. Pensarlo, plasmarlo y haber vivido esas instancias tan emotivas en la B’nai B’rith con lectura por los premiados ante compañeros, docentes y público que con cariño apreciaba cada palabra, seguramente sea una experiencia inolvidable para los niños y los adultos que estuvimos presentes.

Tuve el honor de encender una vela de la Menorá (candelabro) junto a Tracy Techera la niña ganadora de la Escuela Nº 359 Ana Vinocur y la Ex Directora de dicha Escuela Vilma García, con sentimientos de que niños que piensan así nos brindan fe en la Humanidad. Siempre con la certeza de que no puede haber un honor mayor para quien dedicó su vida a testimoniar sus experiencias vividas en la Shoá, que una Escuela con su nombre.

Hermosas palabras brindadas por el Vice Presidente de la institución Miguel Silberman y las integrantes del Jurado quienes hablaron de manera magnífica: Cristina de Luca, Niré Collazo y qué explosión de emoción sentí cuando le tocó el turno a María Inés Obaldía que se expresó sobre el concurso y los niños y entre sus palabras mencionó a Ana Benkel de Vinocur (Z”L) a quien ella había entrevistado, con ese oficio de periodista pero sobre todo con esa calidez de mujer maravillosa y mencionó el episodio en el cual mi madre pintó disimuladamente las mejillas de mi abuela Rivka Bocian Benkel (Z”L) con una cascarita de remolacha que milagrosamente se le pegó a uno de los pies descalzos de Ana, en los tristes años de la Shoá, antes de una selección atroz en la cual se decidía en un campo de concentración su vida o su muerte. Y mi abuela pasó la selección! Y María Inés entre tantas cosas bellas dijo que Ana Vinocur sigue con nosotros pintando mejillas, sonriendo y brindando esperanzas. Y así lo siento, por el recuerdo permanente que de su persona nuestra familia recibe. Había que estar en mi pecho en ese momento, qué fuerte y qué bonito!

Importante es mencionar a todas las Escuelas participantes y a los todos niños ganadores: Por Instituto Yavne, Ezqequiel Greiver, Nº 33 Rosa Ramos, Matías Nieves, por Escuela Nº 68 Estado de Israel, Abigail Sandler, por Keter Schook Hanna Mayer, por Escuela Nº 217 Estado de Israel, Agustina Murriel, por Escuela Nº271 Ana Frank, Celina Recalde, por Escuela Integral Instituto Ariel Damián Dodel, por Escuela Nº 359 Ana Vinocur, Tracy Techera, por Escuela Nº 151 Albert Einstein Nicole Uhalde y Nº 198 Discapacidad Visual Gastón Farrías.

El 18 de noviembre pasado el Consejo Uruguayo de Mujeres Judías Dor Hemshej, organizó - al igual que lo hace cada año - una salida de una escuela pública conectada con la comunidad judía a través de sus nombres. Este año, al igual que en el 2012, le tocó a la Escuela Nº 359 Ana Vinocur. La Profesora Rita Vinocur fue la guía de la visita al templo y al Museo.

Muchas gracias por un precioso día, no encuentro otras palabras que expliquen lo que sintieron los niños, la madre y el tío de Brian, la Profesora de Inglés Carolina, la secretaria Cecilia y yo.

A pesar de mi preocupación por el comportamiento de esta clase, que no es el mejor, se controlaron y demostraron que pueden ser capaces de demostrar todo lo que saben.

En cuanto a la visita, no tengo palabras para agradecerles, tanto por este grupo, como por el grupo del 2012. Ustedes no sólo enriquecieron el trabajo de clase, además les mostraron como son las personas educadas y como se trata a la gente, algo que este grupo necesita mucho.

Fue una gran satisfacción ver la sonrisa, el respeto y la atención puesta por alumnos como Brian, Fabiana, Carolina, Yair, Agustin, los nombro porque siento un gran orgullo por los avances que ellos lograron, escuchar sus comentarios sobre lo que vieron y aprendieron, y sentir que volvieron siendo mejores personas.

Disfruten las fotos tanto como nosotros disfrutamos ese día.

Muchas gracias

Mónica

Dibujos realizados por los niños

Acto realizado el 22 de julio de 2015

La Prof. Rita Vinocur y su hija Ilana Haim, fueron a la escuela a contarles a los niños sobre la vida de Ana y recalcar que siempre se puede tener esperanza no importa cuán terrible sean las vivencias. Además contarles que se inauguraría el cartel unos meses más tarde.

La prof. Rita Vinocur comentó que fue una experiencia inolvidable, maravillosa.

Su hija Ilana publicó en Facebook:
Fuimos con mamá a contarles a los niños un poco sobre la historia de la Baby (Ana), y fue tremenda experiencia en todo sentido. La mejor parte, fue ver cómo niños de jardinera, prestaban atención sin hacer un mínimo sonido.
Lo que más esperamos de estos niños, es que sientan orgullo de pertenecer a la escuela Ana Vinocur, y que el día de mañana recuerden su historia como testimonio de superviviencia, perseverancia, tolerancia y respeto.

Se agradece la participación del Sr. Alcalde del Municipio F - Sr. Fleitas y su equipo, así como las excelentes fotos proporcionadas por el Sr. Gustavo.

Invitación para la ceremonia de inauguración del nuevo letrero "Ana Vinocur"

En el certamen inter - escolar organizado por B'nai B'rith filial Hatikva, en el cual participan varias escuelas públicas que tienen conexión con el pueblo judío, por ejemplo, la Escuela Nº 359 Ana Vinocur y escuelas de la red escolar judía, cada uno con su ganador.

Dentro de un equipo muy dedicado y eficiente con jurado de lujo y gran organización, se destaca el trabajo de Maruja Perez.

En la foto, de derecha a izquierda, Sergio Gorzi, la niña ganadora de la Escuela Ana Vinocur Luciana Belén Luzardo, la Maestra Directora Claudia Querbes, la mamá de la niña y la hija de Ana, Rita.

Es una impresionante iniciativa que hace a los niños pensar, reflexionar y escribir sobre temas relevantes y adecuados que se viene llevando a cabo ininterrumpidamente desde hace 39 años y la Escuela Ana Vinocur fue invitada desde su nominación.

Este año el tema fue: ¿cómo imagino un mundo más saludable? Las respuestas de los niños fueron brillantes.

Participaron niños, docentes, padres, la Banda de la Escuela Nacional de Policía, bailarines y un cantante de tango.

Se realizó degustación de platos judíos "knishes" y "burekas" y se expresaron palabras muy bellas para Ana.

Representando a la familia Vinocur estuvieron: Lanu Haim y su mamá Rita Vinocur.

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